Cultura

Una puerta abierta a la casa del arte

  • Historiadores de arte y artistas inauguran mañana ‘Estudio abierto’, un mercado de arte en una vivienda de Plaza de la Merced.

Si Picasso viviera, si hubiese vivido más tiempo en su casa natal y si hubiese conocido a sus actuales vecinos, quién sabe, podría haberlos apadrinado. Él también abrió las puertas de su estudio a la mirada ajena. El también se dejó fotografiar y él también probó estrategias diversas para difundir su obra. Hoy, en el número 16 de Plaza de la Merced un grupo de jóvenes artistas e historiadores de arte heredan parte de ese instinto de supervivencia en Estudio abierto, un singular mercado de arte que se inaugura mañana (a las 20:00) y que ofrece durante todo el fin de semana un programa de actividades paralelas con conciertos, performances, desayunos y meriendas informativas. Todo ello bajo el paraguas del colectivo malagueño Tuttifrutti Productions que pretende con esta iniciativa “dar a conocer el trabajo de artistas emergentes residentes o formados en Málaga, mostrando a un público cansado de eventos acartonados y convencionales una visión fresca de la creación artística”. Así se presenta este particular atelier habitado con la producción de seis artistas seleccionadas a partir de una convocatoria cuyas bases se publicaron en las webs de la Escuela de Arte de San Telmo y la Facultad de Bellas Artes.

De los proyectos recibidos, los promotores de Estudio Abierto han elegido los de Eva Hermoso, Isabella de Haro, Paloma de la Cruz, Ana Isabel Angulo, Lai Zaragoza y Neko. El principio y el fin de cada una de estas propuestas quedará estos días a expensas de la mirada ajena. “No queríamos que se viesen los cuadros colgados en las paredes sino enredar y mostrar cómo trabaja un artista en su estudio”, comenta Miriam Callejo, historiadora de arte, miembro del colectivo Tuttifrutti y una de las inquilinas de esta gran casa convertida durante los próximos tres días en una galería donde acercarse de forma libre a cada una de las obras y adquirirlas a un precio máximo de 50 euros.

Para poder explicar lo que se cuece entre las cuatro paredes de este Estudio Abierto basta con reproducir las palabras del propio colectivo. Se trata sin más de “recorrer el espacio donde el artista da forma a cada idea, su mesa de trabajo, los bocetos previos a la obra que expondrá en la galería. Tener la suerte de escudriñar los objetos que le inspiran, sus pequeños fetiches, el libro que está leyendo, la música que escucha mientras trabaja, la taza de té a medias y el cigarro en el cenicero recién apagado”.

“Lo que se muestra es, sobre todo, obra gráfica, fotografías , dibujos y collages. Y le ofrecemos al artista la posibilidad de vender además reproducciones del original”, explica, desde su casa, Paula Villegas, otra integrante de Estudio Abierto. El resto del equipo lo forman Germán Puente y Ana Solís. Juntos han dado forma a este punto de encuentro, un modo diferente de acercar la creación a la mirada ajena.

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