Cultura

El sueño de la Atlántida

  • El Albéniz estrena el viernes el documental de la productora MLK 'El Tartessos de Schulten', de Antonio Lobo, tras su paso por el Festival de Málaga

En 1919, el arqueólogo alemán Adolf Schulten (Elberfeld, 1870 - Erlangen, 1960) bordeó por primera vez la costa mediterránea española. En 1902 había iniciado sus trabajos de campo en busca de las ruinas de Numancia, proyecto que supuso el primer capítulo de su largo idilio con la Historia Antigua de la Península Ibérica y que sólo pudo truncar el estallido de la Primera Guerra Mundial. En esta ocasión, el motivo de su viaje era la preparación de una edición crítica de la Ora Marítima de Avieno. Pero su llegada a Doñana cambió de manera radical sus intereses. Guiado por diversas fuentes, se dejó seducir por todo lo que entre el mito y la historiografía fue capaz de recapitular sobre Tartessos y puso en marcha varias excavaciones en la misma desembocadura del Guadalquivir. Su empeño fue tan vehemente que suscitó algunos conflictos diplomáticos, pero Schulten se creía capaz no sólo de localizar la enigmática Tartessos (a la que hacían referencia los profetas bíblicos ya como lugar de inigualable esplendor y tras cuya plata llegaron los fenicios desde el otro extremo del Mediterráneo), también de demostrar los vínculos de la misma con la desconocida Atlántida, como dos caras de la misma moneda. Schulten trabajó durante buena parte de los años 20 en la zona y descubrió algunas poblaciones romanas que creyó construidas sobre las mismas ruinas de Tartessos, pero nunca llegó a confirmar su hipótesis. No obstante, el alemán se convirtió en referente ineludible de la arqueología en toda Europa, sentó las bases de un nuevo paradigma interpretativo y metodológico y, aunque sus ideas sobre los orígenes culturales de España han sido ampliamente criticados y hasta tachados de dogmáticos, buena parte de sus premisas continúan iluminando a los historiadores que trabajan actualmente en las numerosas excavaciones abiertas en el país.

Esta búsqueda con aires de aventura crepuscular es la materia prima del documental El Tartessos de Schulten, producido por la firma malagueña MLK a través de José Antonio Hergueta, dirigido por Antonio Lobo y presentado en la pasada edición del Festival de Málaga de Cine Español. El próximo viernes 24 la película regresará al Cine Albéniz, donde podrá verse durante toda una semana, pero ya con el rango de estreno oficial. Rodado el año pasado, el largometraje es, en palabras de Hergueta, "el resultado de más de cinco años de investigación y seguimiento, en los que el equipo ha contrastado las últimas teorías publicadas y ha acompañando a los expertos que más y mejor conocen la materia, incluso siguiendo a las expediciones que desde fuera de España han venido a revivir las tesis que hace casi un siglo motivaran las campañas de Adolf Schulten (en alguna ocasión acompañado de George Bonsor) en el Parque Natural de Doñana". Y añade: "Aquel Tartessos con rasgos de Atlántida nunca se materializó, pero marcó a la ciencia española durante décadas, con posiciones muy diversas y controvertidas, afectando al propio entendimiento de Tartessos. Hoy la visión es muy distinta, pero aunque Schulten fracasó en encontrar su sueño, triunfó al conseguir asociar su nombre para siempre al de aquel mito".

Además del Festival de Málaga, El Tartessos de Schulten se ha presentado en las últimas ediciones del Festival de Cine Europeo de Sevilla y el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. Hasta el momento cuenta con dos proyecciones en Madrid, una en el Instituto Goethe y otra en el Círculo de Bellas Artes durante un homenaje al dramaturgo Miguel Romero Esteo con motivo de la reedición de su obra Tartessos (razón por la que fue presentada también en Málaga en otra ocasión). A través de entrevistas a arqueólogos como Fernando Wulff, José María Blázquez, Michael Blech y Jorge Maier, Antonio Lobo bucea no sólo en la historia del propio Schulten, sino en la posibilidad real de que disponemos para conocer nuestro pasado y en la fascinación que las culturas milenarias como Tartessos ejercen en nuestros días. Se trata, en fin, de una determinada mirada al mundo y a la necesidad de buscar en el ayer la materialización de los sueños del hoy. Con la Atlántida a un paso.

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