Cultura

Picasso lleva la modernidad española al Palazzo Strozzi de Florencia

  • La exposición comisariada por Eugenio Carmona reúne 42 obras del genio malagueño procedentes del Reina Sofía

Picasso y la modernidad española, una reflexión sobre la influencia de este pintor en el siglo XX, sus fundamentos plásticos y las poéticas de sus obras, llega al Palazzo Strozzi de Florencia, para explorar una imagen del pintor que se aleje de la convencional. La muestra, que incluye 42 obras del pintor malagueño procedentes del Museo Reina Sofía de Madrid, podrá verse desde el sábado y hasta el 25 de enero de 2015.

"Se trata de un reencuentro con la aportación de Picasso y de los creadores españoles a la Modernidad. Un reencuentro que no quiere partir de nada que sea un 'déjá vu' y que sirva para poner en valor de nuevo la presencia de los artistas españoles en Europa", afirmó el comisario de la exposición, el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Málaga Eugenio Carmona. Con más de 80 piezas de 37 pintores y escultores, esta colección se presenta como una reflexión sobre la influencia de Picasso en el arte del siglo XX al compararlo con otros autores como Joan Miró, Salvador Dalí, Juan Gris, María Blanchard o Julio González. "Esta muestra constituye una necesaria promoción del arte español y una demostración de que la creación artística en España ha sido múltiple y muy eficaz", puntualizó el comisario.

La exposición, dividida en nueve secciones que abarcan desde 1910 hasta 1963, pretende proyectar una imagen de Picasso que se aleje de la convencional y reflejar la diversidad que caracterizó al autor, difícilmente enmarcable dentro de una determinada corriente artística. "El objetivo de la colección es presentar un Picasso que quede fuera de los manuales y de las narrativas trazadas hasta ahora, un Picasso más cercano a una realidad compleja y múltiple que a un modo de hacer arte con variaciones siempre iconográficas y estilísticas", comentó Carmona.

Uno de los mayores atractivos de la muestra es el extraordinario núcleo de dibujos preparatorios, grabados y pinturas que dan testimonio de la inspiración y del trabajo de Picasso para la realización de su obra maestra, el Guernica. "Una pieza central del recorrido es La cabeza, de 1910, que representa verdaderamente el punto de partida de lo moderno, donde la indagación sobre qué es un cuadro se plantea de manera absoluta", explicó Eugenio Carmona al valorar otras creaciones de la muestra.

Otra de las obras centrales de la exhibición es el Retrato de Dora Maar, en el que el autor malagueño inmortaliza a una de sus principales musas, que ejerció una influencia decisiva en la conciencia política del artista durante su tumultuosa relación afectiva. El pintor y la modelo y Busto y paleta son algunas de las creaciones de Picasso mundialmente aclamadas que juegan también un papel protagonista en la exhibición del Palazzo Strozzi. "Como obras clave de la muestra, cabe recordar también algunas naturalezas muertas de Picasso de los años veinte en los que prácticamente inventa el expresionismo abstracto", apuntó Carmona.

Dentro de la producción de otros artistas presentes en la muestra, destaca Siurana, el camino, de Joan Miró, en la que alcanza una síntesis perfecta entre el lenguaje moderno y lo profundamente identitario del paisaje nativo catalán. "En esta obra de Miró se demuestra cómo el pintor convertía la pintura en poesía, reduciendo la realidad a signos", matizó el comisario. El violín, del madrileño Juan Gris, o Composición cósmica, del canario Óscar Domínguez, ocupan también un lugar preeminente en la galería. La exposición se cierra con una sección titulada Hacia otra modernidad, donde se revelan explícitamente las formas en las que los artistas españoles, entre ellos Antoni Tápies, afrontan el giro hacia otra noción de lo moderno en la apertura cronológica y estética del presente.

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