Cultura

El Toro Celeste da el salto a la edición de libros con sus nueve primeros títulos

  • El sello coordinado por Rafael Ballesteros y Juan Ceyles publica obras inéditas de autores como Álvaro García, Rosa Romojaro, Julio Neira y Antonio Abad, a través de cuatro colecciones

Hace poco más de un año vio la luz en Málaga El Toro Celeste, una revista digital dedicada a la literatura, el arte, el pensamiento y las más diversas manifestaciones culturales, impulsada por Rafael Ballesteros, Juan Ceyles Domínguez, Francisco Martín Arán y Francisco Javier Torres, todos ellos con amplia experiencia literaria, editorial y creativa. Desde entonces han pasado nueve números, con casi mil páginas de contenidos y un centenar de colaboradores (algunos de tanto lustre como Luis Alberto de Cuenca, Juan Carlos Mestre, Chantal Maillard y Antonio Carvajal) que han aportado a la empresa textos, ideas, fotografías, obras de arte y demás enjundia. Pero la revista constituía sólo el primer paso de un envite mucho más ambicioso: ahora, Ballesteros y Ceyles se han armado de paciencia y rigor ("Los dos estamos jubilados, así que tenemos tiempo para estas cosas", apunta el primero) para dar el segundo paso mediante un proyecto editorial por derecho. La primera muestra de esta aventura presenta nueve libros de otros tantos autores, que inauguran cuatro colecciones y que, si bien desde hace ya algunas semanas pueden conseguirse en formato electrónico a través de la página web www.eltoroceleste.com, justo hoy empiezan a llegar a las librerías, con una distribución todavía modesta que irá creciendo en consonancia. Los volúmenes en papel, por cierto, también pueden adquirirse a través de la misma web.

Los libros de El Toro Celeste se presentan con una cuidada edición gracias a los diseños del poeta Juan Ceyles, que ha puesto en el proyecto su amplia experiencia en el mundo de la publicidad con resultados estimulantes. Las cuatro colecciones implicadas, Narrativa, Poesía, Estudios y Diversa acogen respectivamente novelas y relatos, poemarios, ensayos y "prácticamente de todo, desde correspondencias a artículos pasando por textos críticos de arte, música o danza", apunta Ballesteros. Los nueve títulos dan buena cuenta de las intenciones de los editores, con autores en su mayoría malagueños o vinculados a Málaga pero con aspiraciones netamente universales: destaca la traducción que Álvaro García hace de Nueve sonetos de Shakespeare, un breve volumen cuyas páginas bastan para demostrar hasta qué punto son difusos los límites entre traducción y creación y que, según confiesa el mismo poeta, nace del mismo laboratorio que alumbró su último libro, Ser sin sitio, publicado hace unos meses por la Fundación Lara. Otro título de altura es Mirar el mundo, antología de la poeta Rosa Romojaro, con versos publicados en cuadernos y libros desde los años 80 y seleccionados por la misma autora. El filólogo, profesor y biógrafo Julio Neira firma La quimera de los sueños, ensayo que ahonda en las claves estéticas, sociológicas, históricas y políticas que contribuyeron a configurar una de las particulares obsesiones del autor: la poesía de la Generación del 27. De nuevo en el ámbito poético, El Toro Celeste publica Al otro lado del mundo de Antonio Enrique y Cosacos de Francisco Chica. Dentro de la colección Narrativa se publican a su vez tres títulos: El escritor sin historias de Alberto González (que el mismo autor presentará en el Centro Andaluz de las Letras el próximo jueves 11), Lucía o la inasible sustancia del tiempo de Antonio Abad y El atentado hueco de Miguel Ángel Molinero. Por último, y en un orden dsitinto aunque no menos necesario, el catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Málaga José M. Domínguez Martínez publica el ensayo Sistemas fiscales. Teoría y práctica, que aúna tanto el interés académico como su vocación de utilidad al ciudadano. Todos estos títulos vienen al mundo con el patrocinio de la Fundación Unicaja, que también participó en la organización del acto de presentación celebrado el pasado martes (y que sirvió para el encuentro y confraternización de autores y editores) y cuya colaboración con El Toro Celeste se ampliará, previsiblemente, para los próximos títulos y demás actividades.

Rafael Ballesteros recordó ayer a Málaga Hoy que la revista digital El Toro Celeste nació "por nuestra decisión de emular lo que en su día significó para Málaga la revista Litoral, no tanto por aglutinar en torno a la propuesta una escuela literaria determinada, lo que por otro lado resultaría hoy imposible, sino con una visión mucho más amplia". Y añadió: "Creemos que esta mirada amplia es hoy, precisamente, muy oportuna. Frente a ciertos deseos de promoción de una Málaga plegada en sí misma, ceñida a un malagueñismo torpe y ensimismado, proponemos un proyecto propio de una Málaga cosmopolita, con escritores y obras que pueden interesar a todo el mundo". Al mismo tiempo, la idea original partía de una evidencia: "Hay escritores en Málaga de mucho valor, que pueden tener obras publicadas pero que aun así necesitan atención y potenciación. Y también hay autores más jóvenes que no tienen posibilidad de mostrar lo que hacen y a los que queremos ayudar porque nos interesa lo que hacen". Eso sí, Ballesteros insiste en que la revista está abierta a creadores de todo tipo, "no sólo escritores, también artistas, diseñadores, directores escénicos, dramaturgos, coreógrafos, músicos... todos los que puedan contribuir a reforzar nuestra idea cosmopolita de Málaga". Respecto al nuevo salto a la edición de libros, Ballesteros admitió que los primeros mimbres "han ido dirigidos a autores que ya conocíamos, pero nuestra intención es ir abriendo el abanico e incluir a otros, jóvenes o veteranos, que puedan resultarnos interesantes".

En este sentido, Ballesteros comentó que El Toro Celeste "no se pone límites, a pesar de los riesgos que esta actitud implica" y, en virtud de su vocación cosmopolita, no descarta llegar a acuerdos sustanciales con editoriales extranjeras: "Nuestro primer objetivo sería Latinoamérica, por la evidente cuestión del idioma, pero también aspiramos a trabajar con editoriales europeas mediante traducciones. Queremos proponer intercambios: nosotros publicamos tal libro de tal autor de vuestro catálogo y vosotros publicáis tal libro de tal autor del nuestro. Es verdad que las traducciones acarrean un encarecimiento notable, pero estos procedimientos pueden arrojar resultados interesantes".

Eso sí, Rafael Ballesteros advierte de que si la edición de libros es el segundo paso de El Toro Celeste tras la revista, no será el último: "El tercero sería la acción cultural, pura y dura. Queremos organizar conciertos, conferencias, presentaciones, actividades pedagógicas y formativas, representaciones de danza y teatro, seminarios de los más distintos asuntos, exposiciones y todo lo que podamos hacer bajo el sello de El Toro Celeste. En ello estamos". Pocas veces la experiencia parece tan inclinada a abrir camino. Habrá que celebrarlo.

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