Muchos lo descubrieron cuando apenas sabían acentuar palabras, algunos pensaron incluso en dedicarse a ello, pero pocos han llegado a seguir haciéndolo con el paso tiempo. El arte urbano no es un manantial de dinero estable -raros son los casos, véase D*Face u Obey-, aunque para el malagueño Hidetwo sigue siendo una fuente inagotable de motivación 15 años después de coger su primer aerosol. Es eso mismo -las ganas de seguir hacia delante, el proceso de profesionalización- lo que le animó al malagueño Lolo Moreno, fundador del estudio creativo Children of the Guetto (COTG) junto a Ana Balbuena, a rodar un corto documental sobre la vida de un grafitero, un grafitero superviviente. "Lo hicimos para expresarnos y para animarnos, a nosotros mismos y a futuras generaciones con mis mismas inquietudes", comenta Hidetwo mientras apura un café en una heladería del barrio.

A la hora de desmenuzar el contenido de Dolores y remedios, que se estrenará el 1 de noviembre en Youtube, en la cuenta de COTG, Moreno reflexiona: "No nos hemos ceñido sólo a su vida -el hilo conductor de la obra-, también se habla del rap, el street dance o los límites e imagen actual del arte urbano. Queríamos transmitir algo más". Balbuena, publicista malagueña con vocación de realizadora audiovisual y ayudante durante la grabación del corto, comenta en seguida: "Quien lo vea, amante del graffiti o no, puede sentirse identificado con la vida de Hidetwo porque es una persona como otra cualquiera, con unos sueños, unos ideales, unas metas". El mensaje del documental se puede resumir en una de las frases que entona Hidetwo al inicio de la pieza: "Si pones la vida en algo, ese algo te va a dar la vida".

Este vecino criado en Villafuerte, en la barriada de El Palo, comenzó sus andanzas en el mundo del graffiti siendo "un destroyer": "Pintaba donde me daba la gana y me daba igual la gente a la que molestaba. Después lo enfoqué de manera constructiva, sin joder a los demás. Ahora pinto en sitios donde creo que hace falta una capa de pintura: una casa abandonada, un muro perdido", reconoce. Aquel arranque "temerario", comenta entre risas, le trajo problemas: multas, una visita de la policía secreta a casa y algún que otro disgusto a su madre, que en el documental respira aliviada.

"Tengo la suerte de tener a unos padres que me apoyan. Me gustaría que con este documental la gente reflexionara sobre el significado que tiene para muchos el arte urbano. Para mí hacer esto es elegir quién soy. Es una herramienta de expresión muy beneficiosa para niños con problemas, dentro y fuera de casa", declara el artista con un graffiti del rapero The Notorious B.I.G en el Ensanche de Heredia. Sin embargo, dedicarse plenamente al graffiti, en palabras de Hidetwo, no es "fácil o ni siquiera viable". "Trabajé en multitud de trabajos, llené mi cajón de dinero, pero al final del día me sentía vacío. Ahora me dedico plenamente al arte, a encargos. Hay meses que me gustan más y hay otros que me gustan menos, pero nunca dejo de hacer graffitis. No puedo", reconoce este amante confeso del muralismo mexicano y los retratos de Rembrandt.

Durante el visionado del documental , en donde participan artistas de la talla de Chobbi, rapero dominicano afincado en Nueva York, uno cae en la cuenta de que la imagen del arte urbano ha cambiado. "La gente los ve y no piensa ya en drogas o delincuencia. Nosotros no nos posicionamos. Dejamos elegir al espectador", admite Moreno, a lo que Balbuena contesta: "Llenan los barrios de graffitis y suben el alquiler. El auténtico Soho está en el barrio de Lagunillas. Pero sí que creo que el CAC le da cancha a artistas que en otros museos no tienen espacio".