Tiene edad más que suficiente como para dejar aparcada su labor como soberana de los británicos, pero a Isabel II no le pesa la corona. La reina de Inglaterra celebró ayer su 89 cumpleaños en privado y con sus seres más allegados en el castillo de Windsor, a las afueras de Londres. Sólo las salvas de cañón lanzadas por la tropa Real de la Artillería Montada a Caballo desde Hyde Park y desde la torre de Londres, en este caso por la Honorable Artillería, dejaron constancia de que ayer era un día especial para la corona. Como todos los años, la reina ha preferido esperar al buen tiempo para celebrar su aniversario con el pueblo en una ceremonia oficial que tendrá lugar en junio y que estará marcada por un desfile militar por las calles de Londres.

La única excepción que hizo ayer la abuela del príncipe Guillermo para celebrar su 89 cumpleaños fue no acudir 'a la oficina', como ella denomina al palacio de Buckinham. Pese a estar próxima a los 90, Isabel II sigue teniendo vitalidad suficiente como para despachar diariamente y no da ningún signo de desgaste en sus quehaceres diarios, delegando en su hijo o incluso en su nieto Guillermo sólo en los viajes oficiales más retirados. Es más, en numerosas ocasiones ha dicho que no tiene ninguna intención de abdicar, seguramente porque quiere seguir la senda que emprendió su tatarabuela, la reina Victoria, que es hasta ahora la monarca británica que más tiempo ha estado en el trono. Hay que subrayar, no obstante, que no lo va a tener muy difícil, ya que el reinado de Victoria fue de 63 años y siete meses y hasta el momento Isabel II ya lleva 63 años y dos meses como soberana, por lo que si todo sigue como hasta ahora, el próximo 9 de septiembre pasará a la historia como la monarca que más tiempo ha reinado en el Reino Unido. De momento ya puede presumir de ser la reina más longeva del mundo, ya que tras la muerte de Abdalá bin Abdelaziz, rey de Arabia Saudí, que falleció el pasado mes de enero a los 90 años, es ella la soberana de mayor edad del mundo.

La buena salud de la reina es compartida también por su esposo, el duque de Edimburgo, que el próximo mes de noviembre cumplirá 93 años.