Pasarela

Las 1.001 aristas de la alta costura

  • De las líneas clásicas de Chanel y Dior al estilo transgresor de Gaultier; en esta pasarela hay sitio para todos.

La alta costura hay que entenderla como sinónimo de exclusividad; de prendas elaboradas a mano; de lujo al alcance de muy pocos privilegiados. La alta costura, al fin y al cabo, se puede resumir como la moda en su máximo esplendor.

Y no se puede hablar de ella sin nombrar a sus principales exponentes. Sería difícil entender este término sin tener en cuenta la trayectoria de grandes firmas como Dior o Chanel, dos baluartes de la 'haute couture' que han apostado desde sus orígenes por la feminidad y las líneas clásicas. Dior supuso la recuperación del lujo y los excesos tras la Segunda Guerra Mundial y ahí se ha sabido mantener desde entonces, dejando un sitio privilegiado en su estilo a los vestidos de corte princesa y a colores clásicos como el azul, el negro o el blanco. Por su parte, Chanel, con su creadora Coco a la cabeza, supuso la vuelta a la elegancia y en su línea de alta costura siempre ha dejado un sitio preponderante a las líneas más femeninas, aunque sin dejar a un lado las nuevas tendencias.

Pero no sólo Chanel o Dior son alta costura. En la vertiente más clásica tendrían también un sitio reservado los modelos de Oscar de la Renta, que se forjó en los talleres de Balenciaga y que supo vestir como pocos a las grandes damas y celebrities de décadas pasadas, desde Jackie Kennedie hasta Audrey Hepburn. Su mejor etapa en la alta costura la tuvo de mediados de los 90 hasta principios del 2002 siendo la feminidad y la sofisticación sus mejores cartas de presentación. En esta misma línea se mueve también Carolina Herrera. La venezolana llegó al mundo de la moda a principios de los 80, pero desde entonces y hasta ahora se ha sabido imponer en las pasarelas, siendo un claro referente de la alta costura.

También el diseñador libanés Elie Saab o el italiano Giambattista Valli se han ganado un sitio reservado en entre los clásicos. Han sido de los últimos en llegar, aunque no por ello son menos importantes. Mucho antes llegó Valentino, uno de los imprescindibles de la alta costura. Sus diseños evocan el lujo, lo femenino y lo conservador.

En cambio, en el mundo de la alta costura también hay sitio para las tendencias más rompedoras y transgresoras. Basta echar un vistazo a su máximo exponente, Jean Paul Gaultier, para darse cuenta de ello. El francés fue capaz de echar un pulso a lo que se conocía hasta ahora por alta costura; apostó por lo irreverente y lo poco convencional. El 'enfant terrible' no se equivocó.

Otras firmas como Gucci, Enzo o Versace también tendrían que tener un sitio entre la alta costura menos convencional.

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