Sorprendidos han dejado dos niños de tres y cuatro años al municipio de Rincón de la Victoria. Grandes gestos los de estos dos pequeños, Esteban y Gonzalo, que han renunciado a sus regalos de cumpleaños para compartirlos con los críos más necesitados del municipio. Soplaron sus velas en una fiesta repleta del cariño de sus amigos pero donde no hubo paquetes envueltos para ellos, tan sólo una hucha en la que pedían a sus invitados que depositasen la aportación que quisieran. El destino era donarlo al Economato social que hace seis meses puso en marcha la Asociación Benéfico Social Rincón del Moral.

Consiguieron 750 euros, y sus padres doblaron la cantidad hasta llegar a los 1.500 euros. Un dinero que ha permitido hacer 120 lotes completos de comida para las familias con menos recursos que repartirán hoy en su sede de La Cala del Moral. "Cuando mi primer hijo celebró su cumpleaños y cargamos el coche con los regalos me dio vergüenza del número que había y que ni siquiera él los iban a apreciar con tantos como tenía. Entonces pensé que sería la última vez", explicó Óscar Delgado, propietario del restaurante Riosol, a quien ya le rondaba en su mente desde que fue testigo de un bautizo solidario en sus salones. Por eso, en cada uno de sus cumpleaños ha donado las aportaciones de sus invitados a causas benéficas. "Esteban que ya tiene cuatro años me pregunta ilusionado que este año para qué serviría ese dinero", narra Óscar quien ya les ha inculcado que será "para aquellos que no tienen la posibilidad y la suerte que tienen ellos".

Un gesto que ha llenado con más de 1.000 kilogramos el Economato que fundó Juan Luis Fernández y por el que está más que agradecido. "Lamentablemente tenemos mucho trabajo y llamadas como las de Óscar nos animan a seguir luchando", comenta este jubilado quien en seis meses ya ha atendido a 600 familias y ha puesto en marcha dos campañas extraordinarias de recogidas de alimentos. "Esta iniciativa es extrapolable a todos. En mayor o menor medida podemos colaborar y sumar que es lo importante", reflexiona Delgado quien como ejemplo, cita que ahora en época de comuniones ha llegado a ver a niños a los que les regalaban hasta diez libros de recordatorios. "Dinero tirado a la basura, y lo veo cada día en muchas celebraciones", apostilla.