Provincia

Resacas de verano, pero por ruidos

  • Vecinos denuncian a un establecimiento por las "molestias" que genera La propiedad asegura estar siendo víctima de una campaña de acoso

¿Quién denuncia a quién? Vecinos de Marbella han denunciado en varias ocasiones a un establecimiento ubicado en el entorno de Nueva Andalucía, cerca de Puerto Banús, por los ruidos y molestias generados mientras que la propiedad del local asegura que emprenderán medidas legales contra los denunciantes al sentirse víctimas de una campaña de acoso y derribo. Por medio se encuentra el Ayuntamiento, que aunque el verano pasado interpuso tres sanciones graves al local en cuestión, asegura que ahora mismo se cumple con la normativa.

Para desenredar el entuerto hay que ir por partes. Por un lado los vecinos denuncian los ruidos generados por los clientes del local en cuestión tanto a la salida como a la entrada del local "sin que haya control alguno", según explica uno de los afectados que, además, asegura que en este negocio ponen música "aunque no tienen licencia para ello".

Por otro lado la propiedad asegura que solo es uno el vecino que denuncia y señala que es el dueño "de una vivienda en construcción que está junto al restaurante y que quiere hacerse con el solar del negocio por lo que lleva dos años acosándonos". Según explica el representante de la empresa "somos casi un restaurante familiar que cuenta con cartas de apoyo porque desde que estamos nosotros aquí nunca había estado esto tan bien cuidado".

En medio de la polémica está el Ayuntamiento de Marbella. El concejal de Comercio, José Eduardo Díaz, reconoce que el verano pasado se impusieron tres sanciones graves al negocio "tras la denuncia presentada por propietarios de cuatro chalets por la celebración de fiestas que no estaban autorizadas".

El edil asegura que tras comprobar la veracidad de las denuncias "se impusieron las sanciones que están siendo gestionadas por la Junta de Andalucía y se les retiró el permiso para poner música". Un año después, según señala el concejal, "se les ha autorizado a amenizar los sábados y domingos con música de manera excepcional durante el mes de agosto al igual que a cualquier otro restaurante y tras realizarse varias inspecciones de industria se ha comprobado que están cumpliendo con lo establecido en la ley del ruido y el horario de cierre establecido".

Según el concejal en cuestión, el Ayuntamiento ha recibido "tres actas de la Policía Local a requerimiento del abogado de los vecinos y en todas ellas los agentes establecían que el ruido no trascendía más allá de lo permitido".

Desde la propiedad del restaurante reconocen que están "presentando recursos ante la Junta de Andalucía tras la imposición de las multas del año pasado" y se preguntan "como puede molestarle la música a este vecino que nos denuncia si su casa aún no está construida y por lo tanto no vive en ella". El denunciante, mientras tanto, asegura que los residentes en el entorno de este local llevan cinco años sufriendo los ruidos, los gritos y las conductas incívicas de los clientes de este restaurante "al que acuden sobre todo ingleses que montan jaleo a altas horas de la madrugada".

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