¿De qué me suena esta chica? se preguntará algún espectador de CSI Las Vegas cuando en las noches de los lunes en Cuatro ve aparecer a la asistente Julie Finlay. La actriz Elisabeth Shue se incorporó como pareja protagonista junto a Ted Danson y los entusiastas del cine de los 80 la reconocerán en la novia de Tom Cruise en Cocktail y también como la pareja de Michael J. Fox en la segunda y tercera parte de Regreso al futuro. Shue explica para este periódico su trabajo en estas temporadas más recientes de CSI que ahora se estrenan en abierto en España.

-Ya puede decir usted que se siente como la misma Julie.

-Para mí es increíble, porque llegué un poco como de puntillas y he resistido.

-¿Cómo diría que es su trabajo en CSI cuando esta ficción va a cumplir 14 temporadas?

-Es duro trabajar en una serie como esta, que tiene tantos años. Lo mejor es que todos nos ayudamos en nuestro trabajo. Todos podemos participar en las escenas de otros. A veces tienes que estar en otro lugar, por razones familiares por ejemplo, y pueden meter a otro personaje en tu escena, porque todos somos expertos en todo... los del CSI lo saben todo. Me encanta Jorja, es una gran amiga y Georges Eads es estupendo. Me encanta trabajar con Elisabeth Harnois y los chicos del laboratorio...

-¿Hay que disfrutar de la serie por dentro para hacer un buen trabajo de cara al público?

-Yo sólo puedo meterme en algo que me guste. Al contrario sería extraño, eso sería perder el tiempo. Supe siempre que haría algo que me gustaría y así es como lo hago todo."

-¿Ha puesto mucho de usted misma en el desarrollo de Julie en esta temporada 13 que se emite en Cuatro?

-Originalmente, mi personaje era alguien que había tenido problemas por su mal carácter y me dije, "Dios mío, yo no soy así". Pero los guionistas me enseñaron a moldear el personaje desde el principio.

-¿Qué es lo que hace de Julie un personaje atractivo?

-Es personaje que me gusta: no está casada, no tiene niños, es libre para experimentar en la vida, no está limitada por la responsabilidad. No es alguien oscuro, sino muy brillante y eso es nuevo para mí que siempre he tenido que interpretar lo más oscuro de mí misma.

-¿Cómo equilibra los rasgos de humor de su personaje con el contenido dramático de los capítulos?

-Hay mucha muerte alrededor de Julie. Cuando das rienda al humor en el rodaje tienes que parar. Siempre trato de equilibrarlo, como en la misma serie. Tengo que recordar siempre que hay un muerto a mi lado. Nuestra consejera técnica, Elizabeth Divine, me dijo que ella sabía que algo iba bien cuando se emocionaba al ir a una escena de un crimen donde podría haber dos o tres muertos porque ella sabía que la sangre sería más interesante, confusa, desafiante. Siempre recuerdo esto. Al mismo tiempo que compadecemos a nuestras víctimas conectamos con ellas: de alguna manera nos alejamos así de la parte más gore del trabajo de los forenses.

-¿De qué manera se comporta con los 'cuerpos muertos' que salen en cada episodio?

-A veces es realmente espeluznante. Te sobrecoge aunque no quieras. Muchos de los cadáveres son actores que están vivos. Me preocupan y me aseguro de que se sienten cómodos durante la grabación. Me siento mal por ellos porque están allí tendidos doliéndole la cabeza y las piernas, sin poder moverse. Me lo tomo como un trabajo cuidar de los actores que hacen de muertos cuando estoy con ellos en una escena.

-Todo el mundo le preguntará sobre Ted Danson...

-Es un hombre maravilloso, porque es un líder natural. Es interesante que dijeran que era un maestro zen al principio, porque es muy tranquilo, muy estable y generoso. Nunca se muestra de mal humor en el trabajo. Yo sí lo hago a veces. Ted, nunca.

-¿Julie va a seguir presumiendo de ser un experta en manchas de sangre?

-Al principio intenté tener la mayor cantidad de conocimiento sobre el tema cuando hablaba de ello. Ahora me siento como si lo fuera. Tenemos la suerte de tener un agente de CSI en plató y nos ayuda en aspectos técnicos. Los expertos nos permiten tener confianza en los conocimientos que aparecen en nuestros diálogos.