En 2012 recibió un premio Emmy por este papel de Devil Anse Hatfield en la miniserie del Canal Historia Hatfields & McCoys. Discovery Max ofrece esta noche el segundo episodio que recoge el origen de la feroz rivalidad de dos familias influyentes, de origen norirlandés, en los límites de Kentucky y Virginia Occidental sobre el control del negocio de la madera. Costner atiende a este periódico con motivo del estreno en abierto en España de estas rencillas de los Hatfield.

-Cuando se publique la entrevista se celebrarán los 50.000 números de 'Diario de Cádiz', que comenzó a publicarse a 1867, sólo cuatro años después del primer enfrentamiento que narra su miniserie.

-Buena conmemoración. El siglo XIX es otro tiempo y otro mundo pero hay cosas que han llegado a nuestros días, como su periódico o la rivalidad entre las dos familias de la serie.

-En Estados Unidos es bien conocida la rivalidad ¿sabía mucho sobre los Hatfield y los McCoy?

-Sabía lo ocurrido porque me interesa mucho esta época de la historia de América, pero a medida que me iba adentrando, he aprendido más. Me gustó el guión y empecé a involucrarme en las cuestiones socioeconómicas del momento, que son las circunstancias que te informan de por qué pasan las cosas.

-Y debieron tener cuidado con los descendientes.

-Cuidamos mucho la historia y hubo muchas discrepancias de lo que contamos, pero todo lo que reflejamos está respaldado por los historiadores. Quisimos ser fieles a los hechos y adentrarnos en las raíces de otras tramas secundarias.

-Todo arranca con la Guerra de Secesión y la muerte de uno de los McCoy, la familia menos poderosa, que era un unionista entre dos clanes sudistas ¿el origen perfecto para buscar pelea?

-En realidad ambas familias sabían mucho la una de la otra y eso es lo que hace que este drama sea mayor. Eran tipos que crecieron juntos y tienes que ponerte en su lugar para entender que en un contexto de la Guerra Civil siempre se saca lo peor de cada uno. Me gustaría pensar que esta lucha continuó como resultado de gente que no leían los periódicos, que no sabían del mundo. McCoy, mi personaje, tuvo 13 hijos. Te das cuenta de que van a crecer, casarse y tener hijos. De repente estos pequeños valles que podían sostener a una familia no podían mantener a familias de 70 u 80 personas. Así que lo que fue pasando es que tienes a muchos de estos jóvenes desesperados, sin salida. Ahí tienes alcohol, armas, tienes a esta vieja Guerra Civil con la que puedes inventar una fractura en la que no has formado parte. Y de repente encuentras tiroteos, y luego venganza por los muertos.

-Vaya espiral de venganzas entre Montescos y Capuletos...

-Hubo un tremendo círculo de violencia que no solo ocurrió en Tug Valley, donde transcurre la miniserie, sino que se extendió por toda la Costa Este.

-¿Por qué le gusta el western y este período de su país?

-Me gusta toda la historia de mi país. Tengo pasión por todo el pasado de Estados Unidos. En el cine me acerqué en dos ocasiones a la época de Kennedy. He hecho varias películas sobre béisbol. Es una forma de saber lo que somos. Pero no me siento atado a ningún género ni a ninguna época.

-El futuro del cine parece ser la televisión ¿Cómo fue esta producción que le ha dado tantos reconocimientos? ¿muy diferente a una película?

-El dinero siempre es fundamental y todo depende de él. Fue complicado por el presupuesto. Esta historia de la esencia americana se rodó en Rumanía, lo cual nadie quería que ocurriera. Nos alegramos de que en Rumanía nos recibieran tan bien, fue una suerte. Empezamos a rodar en septiembre y terminamos en diciembre, pero no pudimos darle a los actores la normalidad que hubieran tenido en Estados Unidos. Tuvimos inevitables problemas logísticos.

-¿Qué período de la historia le gustaría abordar?

-La Guerra de la Independencia de mi país, las atrocidades que sufrieron los indígenas al llegar los europeos, o la guerra contra México, porque no hay ninguna frontera que no se haya trazado con sangre.