El Unicaja confirmó ayer la llegada de Nik Caner-Medley a Málaga para la próxima temporada. El propio jugador, previamente, había dado oficialidad en Twitter a su fichaje. "Acabo de firmar mi contrato para jugar esta temporada para el Unicaja. Excitado por volver al trabajo y a los fans los digo que orgulloso de pelear para vosotros", escribía desde Miami, donde pasó su verano, el nuevo ala-pívot del Unicaja, de 29 años y 2.03 metros.

Se espera a Caner-Medley por Málaga hoy mismo para que el lunes ya sea presentado y se introduzca en dinámica de equipo. El norteamericano (con pasaporte de Azerbaiján, por lo que no es extracomunitario) rescindió su contrato con el Maccabi, al que le unía un año más. El conjunto hebreo paga 350.000 euros y el Unicaja pone 400.000, algo más de la cantidad que se había presupuestado para ese refuerzo. La venta de Kuzmic dio el empujoncito necesario, además de la renuncia del jugador a 50.000 euros para que la operación cuadrara definitivamente. Conoce España y estaba ilusionado con regresar a un equipo de ACB, además con el caramelo de la Euroliga, en la que no pudo desenvolverse en Las Palmas, Sevilla, Madrid y Valencia.

Caner-Medley cubre esa posición de cuatro que tantos quebraderos de cabeza ha dado. Tiene puntos en la mano jugando de cara y es intenso para atacar el aro. Es la opción que ha generado el consenso entre las partes, económica y deportivamente. Tiene el plácet de Joan Plaza. Aunque había otras vías que también seducían, ya mencionadas anteriormente. Pero será Caner-Medley, definitivamente. Su experiencia en España ha acabado pesando.

La búsqueda ahora por cerrar la plantilla se traslada a la posición de cinco. La idea sería un jugador por encima de los siete pies (2.13 metros), como Kuzmic, el que se marchó. Pero los centímetros en el mercado escasean y se cobran bastante caro. La experiencia con Kosta Perovic el año pasado no fue satisfactoria y por eso se intenta ahora busca un perfil que dé consistencia al juego interior, más kilos y músculo. Se ponderan muchos nombres. Por ejemplo, los ya publicados de Sean May, Ali Traoré o Levon Kendal. Con May existe la contradicción de que es un jugador de calidad altísima pero de condiciones opuestas a lo que se busca. Es más cuatro que cinco y su capacidad defensiva es bastante deficiente. Si ya se prescindió de Marcus Williams por esa tara es lógico pensar que no vendría Sean May, campeón universitario con North Carolina en su día y ahora brillante en el París Levallois.

Con Traoré el asunto es que sus características físicas sí llenan, un 2.08 bastante musculado y potente, pero después no emplea ese potencial a la hora de ser duro defensivamente, prioridad de Plaza para ese puesto. Se busca intendencia, un jugador que se faje, que ponga bloqueos, que sea altruísta en el esfuerzo. Y ahí Traoré, que la temporada pasada acabó en el Alba Berlín, no llega. Aunque...

Levon Kendall es otro hombre seguido desde tiempo atrás, desde que comenzó el verano. En las negociaciones para traer a Nelson ya se habló de él porque comparte agencia de representación. Kendall es un tipo luchador, pero tampoco es un cinco puro pese a sus 2.09 metros. Al Unicaja le ofrecen muchos perfiles, pero espera encontrar el adecuado cuanto antes para que se integre a la dinámica de trabajo de Joan Plaza, ya en marcha.