La salud del Unicaja es buena, nadie lo duda. Siempre lo fue económicamente, aunque la aportación de la Caja se haya reducido casi a la mitad respecto a los días de esplendor. La coyuntura hace que exista escaso reproche a ese descenso. La vertiente deportiva ha vivido más agitada. Tras la maravillosa década anterior, el cambio fue duro. De 2001 a 2010 se vivieron un título de Liga, otro de Copa y otro de Korac más otras tantas finales en las mismas competiciones y una presencia en la Final Four de la Euroliga. Desde entonces nada fue igual, cierto es que con ese importante recorte económico. Dos temporadas consecutivas sin jugar play off, más una presencia anterior testimonial, hicieron tocar fondo. No estaban acorde el presupuesto y la tradición con los resultados.

Joan Plaza ha sido el hombre que ha virado esa tendencia y a él se encomienda el Unicaja hasta 2018, con una cláusula de corte por las dos partes un año antes. Ayer oficializó el club lo que estaba avanzado desde tiempo atrás. Los resultados de las dos temporadas, con tres presencias de cuatro posibles en las semifinales de las competiciones nacionales; la recuperación de un sector importante del público perdido; el aumento de la autoestima colectiva y revalorización de jugadores y, en suma, el trabajo y la implicación del técnico han propiciado que, tras una negociación fraguada desde meses atrás, se haya acordado la entente. La venida de Plaza a la Costa del Sol el martes deshizo el último nudo y ayer, después de visitar el entrenamiento del Málaga, acudió a Los Guindos para estampar su firma con la entidad malagueña. Se le revisa a Plaza el contrato de la temporada actual y también se aumenta la remuneración de sus colaboradores más directos, uno de los caballos de batalla que habían existido en la negociación. Se le reconoce al técnico un caché superior al que había tenido, inferior al de sus precedesores más rimbombantes. No obstante, tuvo alguna tentación este verano más potente económicamente. Pero no suficientemente atractiva desde el punto de vista deportivo como para pegar el salto.

La positiva experiencia en Kaunas, tras dos trienios destacados en Madrid y Sevilla, del técnico propició que el Unicaja se agarrara al clavo de Plaza. La experiencia salió bien y de ahí el aumento del vínculo. El técnico dejó dicho antes de irse que no quería un culebrón y que la negociación durara todo el verano. Si el año anterior la ampliación se firmó la semana previa al inicio de la Liga ahora se ha avanzado más de un mes y se rubricó en la primera semana de pretemporada. Plaza se pone manos a la obra en el parqué hoy, coge la batuta con los jugadores no internacionales más Jamar Smith, al que se le espera durante el fin de semana. Antes, a las 11:00 horas, tendrá una comparecencia ante los medios para hablar sobre el inicio del trabajo y sobre su renovación. Será interesante escuchar sus reflexiones y también su opinión pública sobre la composición final de la plantilla, en la que el jugador número 12 aún baila.

El club es firme en su decisión de que debe ser un jugador de la cantera pero el técnico ha insistido privadamente en que para sus niveles de exigencia hubiera agradecido un esfuerzo por Jon Stefansson. Insiste el técnico en que ese hipotético fichaje no hubiera menoscabado la participación de los jóvenes en los entrenamientos y los partidos. Queda más de un mes para el inicio de la competición oficial y tiempo para que Plaza vea también los progresos experimentados este verano por los más jóvenes. Especialmente delicada es la posición de base. Markovic y Nedovic no llegarán hasta 10 días antes del inicio de la Supercopa. El peso durante la pretemporada lo llevarán Alberto Díaz y Morayo Soluade en la dirección. Qué mejor manera de verlos ante rivales de Euroliga, por más que ellos también tengan sus ausencias.

En suma, la era Plaza empieza, de respetarse íntegramente lo firmado, la temporada de su ecuador. Vistas las inversiones de los futboleros en España y de una decena larga de equipos en Europa, el tope alcanzado la última temporada parece complicado superarlo. Pero el mensaje siempre es el de crecer un poco más. El núcleo duro de la plantilla (Vázquez, Suárez y Germán) estará desde hoy a las órdenes del técnico. Será la correa transmisora para los nuevos. Varios vinieron por la intervención del técnico, con peso determinante en la confección de la plantilla. El tercero de los cinco años firmados por Plaza se pone en marcha desde hoy mismo.