La derrota del Unicaja en Andorra, tercera consecutiva y también tercera en los cuatro últimos encuentros de ACB, dejó una situación insólita en la era Joan Plaza en Málaga. El equipo, a estas alturas de temporada, no había estado fuera de puestos de Copa o play off. Y jamás había tenido unos guarismos negativos. El 3-4 que se observa en la tabla tras la séptima jornada propicia que, tras 75 partidos de Liga regular con él al mando, Plaza esté en números rojos. Los buenos comienzos de temporada y la regularidad exhibida después (temporadas regulares con 23-11 y 25-9) habían evitado ese trance.

Cuando aterrizó, el técnico catalán se planteaba como reto públicamente recuperar el hábito de la victoria y del esfuerzo continuo. Pedía ganar el 50% de los partidos a domicilio y el 80% en casa. Su petición se cumple casi de forma matemática. En 75 partidos de temporada regular, su balance es de 51 triunfos y 24 derrotas, lo que da un 68% de sonrisas. Sucede que en este primer quinto de temporada regular no se está por encima del 50% y hay que recupera un trecho importante para seguir con esa teoría de ganar dos de cada tres partidos que hasta ahora se había cumplido con precisión. El primer temor que se viene a la cabeza es estar de la Copa del Rey, no ya el de entrar como cabeza de serie, algo que el Unicaja de Plaza ha cumplido en las cuatro competiciones nacionales más importantes (dos Copas y dos play off) en las que ha participado. La buena trayectoria de las dos anteriores temporadas había hecho olvidar ese pánico que se hizo realidad con virulencia en el primer lustro de esta década.

A 10 jornadas del corte copero, hacen falta siete victorias y tener un buen average para no echar más cábalas. Y sólo se ha jugado contra dos de los ocho primeros clasificados actualmente, Laboral Kutxa y Baskonia. Además, hay un detalle no baladí. El Río Natura, ahora entre los ocho mejores, tiene plaza segura como organizador en la cita de A Coruña. Y de aquí al 24 de enero hay que visitar Badalona, Zaragoza, Las Palmas, Valencia y Madrid. Empiezan pronto las cábalas, pero lo esencial es conseguir una regularidad que se está retrasando.

El equipo tuvo ayer sesión voluntaria de trabajo que los jóvenes completan regularmente y hoy habrá vuelta al trabajo. Toca una semana sin viajes, que siempre viene bien para aumentar el volumen de trabajo y de descanso. Desde el club se transmite tranquilidad y se recuerdan épocas no tan lejanas en las que el incendio constante era la tónica. El propio Joan Plaza incidió en que ahora mismo no se van a hacer cambios en la plantilla. Pero la posibilidad está abierta y, de hecho, se han realizado pesquisas en el mercado para comprobar cuál es la oferta. Hay un remanente económico para reforzarse. La posibilidad de salidas en formas de cesiones o cortes para reformar la plantilla es una medida que el técnico no quiere realizar, pero sólo de momento. Si persiste la irregularidad y se aleja la consistencia se puede hacer. Esta semana es vista como trascendente. Amarrar los dos partidos en casa ante Maccabi y Estudiantes daría tranquilidad. Si no, se oirá ruido de sables.