El Unicaja madrugó ayer en el País Vasco para tomar un avión desde Bilbao a Málaga. Desde el aeropuerto, la expedición se desplazó hasta el Carpena, donde se ejercitó en una sesión de recuperación para descansar el resto del jueves. La mejor noticia es que los dos refuerzos, Jamar Smith y Stefan Markovic, no tuvieron problemas después de su reaparición, tras tres y casi cinco meses sin pisar las pistas, respectivamente. Los dos, con el lógico cansancio, pudieron trabajar con sus compañeros sin problemas ayer. Para hoy, turno de mañana.

La idea de Joan Plaza es dar continuidad a los cambios realizados el pasado martes, no sólo para otorgar ritmo al base serbio y al escolta norteamericano, sino también para probar la continuidad de esfuerzo en vistas a lo que viene en el play off. Ciertamente, la exigencia del Valencia será bastante más alta que la del Gipuzkoa. Pero el hecho de tener asegurada ya la presencia en las eliminatorias por el título permite cierto cuartelillo. Lo peor que podría pasar es el octavo puesto. Una victoria en los dos partidos que quedan (el otro es la visita al Obradoiro, que estará salvado si el Estudiantes no le gana al Barcelona el domingo) garantizaría el sexto lugar a final de Liga, lo que haría medir con el tercero al final de la fase regular. Ahora mismo sería el Real Madrid, pero si el Unicaja le vence al Valencia podría ser entonces el equipo taronja el contrincante. Es cierto que su temporada ha sido mucho mejor en la ACB que la del equipo malagueño, pero es un bloque más terrenal que los futboleros y la lesión de Sikma le merma.

El Gipukzoa no es una gran vara de medir en estos momentos, aunque semanas atrás estuvo a punto de sorprender precisamente al Valencia. Pero tanto Markovic como Smith dejaron buenas sensaciones en Illumbe. Sucede que hay poco tiempo para el acondicionamiento, apenas dos semanas. Y tras lesiones tan largas cuesta. Si hoy no hay problemas o resentimientos en el entrenamiento matutino, ambos jugarán mañana. Un par de pases de Markovic para generar ventaja a sus compañeros valieron para constatar que la visión está. Y de Jamar Smith se vieron cambios de ritmo, saltos y gestos explosivos que ayudan a pensar en una recuperación plena. Una vez se valoren las secuelas se procederá.

Para el partido de mañana quedan más de 2.000 entradas a la venta. Algo mejor el ritmo que en partidos normales de ACB, pero lejísimos del lleno que se produjo el pasado domingo en la visita del Madrid. La importancia del partido se considera alta en el seno del equipo. Las declaraciones de la plantilla al salir de Illumbe eran claras. "Valencia está haciendo un año fantástico, se está jugando esta entre los dos primeros y van a salir a tope. Tendemos que darlo todo para ganar ese partido", decía Carlos Suárez. "Ante el Valencia va a venir un partido muy complicado. Va a ser muy difícil poder ganarles. Ojalá podamos hacer un buen partido y que no nos vengamos abajo en el último cuarto como contra el Madrid", proseguía Dani Díez. En el mismo pensamiento está el resto del vestuario del Unicaja.

Será el último partido en Málaga antes del segundo de play off, seguramente el domingo 29 de mayo en el Carpena. El Valencia sólo ha perdido cinco partidos en toda la temporada de ACB, lo que da idea del tamaño del contrincante. Es por ello que desde el vestuario se agradecería un ambiente similar al del partido del domingo en Málaga. La coincidencia con la Noche en Blanco puede restar algo de afluencia, pero es un gran partido de baloncesto. Además, el atractivo de ver a Markovic y Smith de vuelta tras tantas semanas fuera. Es un buen plan.