Hace más de dos años que el Unicaja no vende todas las entradas para un partido. En esta ocasión se está intentando por todos los medios que el Carpena presente el mejor ambiente posible para llevar en volandas al equipo ante el Barcelona y soñar con ese Top 8 que es posible aunque pareciera tan lejano cuando comenzaba el Top 16.

Anoche quedaban a la venta poco más de 1.000 entradas, aunque el goteo constante de los días previos hace pensar en el seno del club que con el empujón final en las últimas 48 horas se puede registrar una gran entrada. Aunque en las tomas televisivas a veces se ofrezca una imagen desangelada del Carpena porque las localidades más caras están en el tiro de cámara, esta campaña se están registrando mejores asistencias en Euroliga como se constata cuando se asiste al Palacio.

Toda la maquinaria está en marcha. Las entradas sorteadas desde los medios de comunicación de Málaga volaron literalmente. Desde Almería vienen, por ejemplo, tres autobuses con colegios a echar el día con el colofón del partido. La Diputación también fomenta la asistencia desde la provincia y se registra mayor movimiento. El club estudió alguna medida más agresiva que no pudo concretar. Pero todo está a punto para que el Carpena ofrezca su mejor versión ante un partido que puede cambiar el curso de la temporada.