Tras cinco días de avión y hoteles por Atenas y por Tenerife, el Unicaja disfrutó por primera vez en meses de dos días de descanso. Realmente, uno y medio. La expedición llegó a media tarde del domingo desde Canarias. La orden de Plaza fue que hasta el martes no había entrenamientos. Dos días de receso que se agradecen a estas alturas de la temporada, sin duda. Aunque el viernes se cierra la participación en la Euroliga en un duelo intrascendente ante el EA7 Milano en el que el técnico catalán podrá realizar probaturas, ya se piensa sólo en clave ACB.

Algunos jugadores, los tocados, sí pasaron ayer por el Carpena para tratarse. Desde esta mañana, vuelta al tajo para la plantilla verde.