Como si se hubiera diluído o metido en el congelador durante 12 días, el Unicaja que apareció por San Pablo fue un sucedáneo malo del hasta ayer líder de la Liga Endesa. En este período de indeseada hibernación el equipo de Joan Plaza desafiló ese colmillo de equipo casi infalible en la ACB. Ayer el rival tenía más hambre, algo en lo que nadie había superado al cuadro malagueño durante seis meses en la liga doméstica. Quizá el peor partido de la temporada en Liga. Cuesta no relacionarlo con la destensión competitiva de 12 días. Era algo previsto desde un mes atrás, pero las soluciones para mantener la fiereza no funcionaron. Fue el Unicaja más pobre justo cuando empieza el tramo determinante de la temporada. 

Habrá que esperar a partido posteriores para determinar si lo de ayer fue un accidente o el inicio de una tendencia. El equipo de Joan Plaza ha adquirido sobrado crédito en esta temporada para que la fe no se dilapide en 40 minutos. Pero es posible que se enlacen dos derrotas por primera vez en la temporada. La visita del jueves a Madrid adquiere otra dimensión tras el patinazo de ayer. Justo en la semana en la que los mensajes ambiciosos han llegado desde el banquillo y la dirección deportiva vino un partido malo, en el que el rival marcó el ritmo. El CB Sevilla fue mejor durante más minutos y acabó imponiéndose por 75-70 tras un último cuarto en el que el Unicaja sacó el orgullo y las garras, pero no tuvo el tino para meterle mano a un rival que era accesible pero que tenía más voracidad ayer sobre el parqué de San Pablo. 

Mejor, obviamente, recibir una bofetada de realidad ahora que en el play off. Lo cierto es que el partido fue gobernado por una pareja de imberbes, Radicevic y Porzingis. El futuro del segundo es escandaloso. Quienes trabajan con él, lo decía Berni días atrás en estas páginas, dicen que algo se tiene que torcer mucho para que no sea un all star de NBA. El primero ha madurado con Casimiro y ayer fue más que Granger y que Markovic. Extrañaron un tanto las rotaciones de Plaza. Suárez y Vasileiadis, salientes de lesiones, jugaron notablemente más que Kuzminskas y Stefansson. Green, máximo anotador otra vez con 13 puntos, también estuvo menos que Thomas en el parqué. Dio vueltas el técnico barcelonés a una rotación que sólo le cuadró en un par de pequeños segmentos del partido, a caballo entre el primer y segundo cuarto y ya en el último periodo cuando casi todo estaba perdido. 

Tras un previsible arranque en babia (11-3 adverso), entre el primer y el segundo cuarto el Unicaja metió un parcial de 0-10 para adquirir seis puntos de renta (27-33). Fue el momento de mejor juego y un punto en el que pareció cambiar la tendencia del juego. Pero fue la primera irrupción seria de Radicevic, que posee ese talante irreverente de la mejor escuela balcánica. Tiene errores de principantes pero personalidad sobrada para llevar a un equipo que se está jugando el descenso. Y eso curte para el futuro. Un triple de Vasileiadis, que jugaba sus primeros minutos tras mes y medio largo de baja, comprimió el marcador al descanso (46-44). El griego mostró confianza para tirar pero escasísimo tino (2/10 en tiros de campo) en su regreso. Debe ir a más para ser pieza clave. 

Algo que no cambió en este parón es la tendencia a la dispersión tras el descanso. El Unicaja completó unos plomizos 10 minutos en los que estuvieron el solomillo del partido. Desarbolado, falto de energía como demostraba que el rival le sacara 10 rebotes, algo que sólo se había visto en contadísimas ocasiones esta temporada. Un Unicaja desconocido, sin demasiado rumbo. Un brutal mate de Porzingis en un alley hoop fue un puñetazo al mentón. Resistió con chispazos ofensivos de Stefansson, pero acabó postrándose ante el mejor hacer rival, que endosó, entre el tercer y el último cuarto, un parcial de 12-0 que resultó demoledor. Culminado por un triple de Berni Rodríguez que dejaba el marcador en 15 puntos de desventaja (71-56), diferencia por la que el Unicaja apenas había estado por detrás en tres ocasiones en 28 encuentros. 

Plaza varió el librillo, colocó una zona presionante, movió el banco y el resultado fue un parcial de 0-10 favorable hasta colocarse a cinco puntos con cinco minutos por jugar (71-66). De ahí al final sucesión de errores de los dos equipos, apenas cuatro puntos por cada lado. Imprecisiones cajistas justo cuando con anterioridad se había impuesto su solidez de manera indefectible. Ayer se ausentó. Fallaron pilares del equipo y el motor se gripó. Hay que arrancarlo rápido. 

Ficha técnica:

75 - CB Sevilla (27+19+20+9): Woodside (1), Penney (17), Berni Rodríguez (8), Porzingis (13), Balvin (10) -cinco inicial-, Derrick Byars (3), Willy Hernangómez (4), Alex Urtasun (8), Radicevic (9) y Oriola (2).

70 - Unicaja (26+18+12+14): Granger (9), Toolson (4), Kuzminskas (4), Green (13), Fran Vázquez (4) -cinco inicial-, Markovic (9), Vasileiadis (5), Thomas (2), Carlos Suárez (6), Stefansson (7) y Golubovic (7).

Árbitros: García González, Martínez Fernández y Aliaga. Sin eliminados.

Incidencias: Partido de la trigésima jornada de la Liga Endesa disputado en el Palacio de los Deportes San Pablo de Sevilla ante 6.252 espectadores, entre ellos varios cientos de malagueños.