Las buenas noticias para el Antequera últimamente sólo llegan desde dentro de la pista y gracias a la casta que están poniendo los hombres de Antonio Carlos Ortega. Sin embargo, en los despachos, no se puede decir lo mismo. A la penosa situación que vive la entidad, abocada a la desaparición salvo que ocurra un milagro, ayer se conoció la marcha su vicepresidente económico, Carlos Sánchez, uno de los hombres que participó activamente en el ascenso del conjunto malagueño hasta la Liga Asobal.

El que ha sido vicepresidente económico de la entidad durante los últimos años presentó el pasado lunes su dimisión irrevocable a través de una carta. Según ha podido saber este periódico, en la misiva Sánchez agradecía la colaboración prestada por las diferentes instituciones y mostraba su disconformidad con la gestión de los últimos años. Algo que ya era patente desde el pasado mes de diciembre, cuando no se había aceptado su dimisión, ni la del resto de los componentes de la junta.

La marcha de Carlos Sánchez no es una salida cualquiera. Se trata de uno de los hombres fuertes de la entidad, pues, entre otras cosas, era el encargado de las relaciones con la Asobal, aparte del responsable de los asuntos contables y administrativos del club.

Su personalidad introvertida y su celo a la hora de llevar las cuentas del club le granjearon algunas enemistades. Incluso a principios de temporada, cuando empezaron los impagos a los jugadores, en la grada del Argüelles se llegó a oír "Carlos paga ya", como si fuera el máximo responsable. Ya se habían olvidado que, gracias a su gestión, el Antequera cerró con superávit su primer curso en la máxima categoría.