"Intentamos sofocarlo con un extintor pero la llama era demasiado grande. Salimos lo más rápido que pudimos, unos por la puerta de emergencia y otros por la principal". Los trabajadores de la tienda de muebles Conforama, situada junto al parque comercial Bahía Azul, se vieron desbordados. El incendio se había iniciado en la carpa exterior que funcionaba como almacén con material de reposición y se extendió a una zona anexa de outlet. Conservaban textiles, sillas, colchones y, en su mayoría, sofás. Fueron dos empleados los que, pasadas las 17:00, se percataron en un primer momento de que había un palé ardiendo. Según su testimonio, actuaron con rapidez, pero no consiguieron apagar el fuego. "Dio la casualidad de que en ese momento no había nadie en la carpa. Y menos mal que tampoco era día de descuentos porque en la zona de oportunidades suele haber clientes entrando y saliendo. Llamamos al 112 y saltaron cristales", recordaba ayer uno de los miembros de la plantilla, formada por unas 40 personas.

La Policía Local cortó el tráfico de acceso a las inmediaciones del parque, ubicado en la avenida Montserrat Caballé. Quedó restablecido unos minutos después. Hasta el lugar se desplazaron en torno a 30 efectivos del Real Cuerpo de Bomberos, que trasladó tres camiones autobomba, tres nodrizas, tres ambulancias y tres vehículos ligeros. En las tareas de extinción participaron, en palabras del suboficial Joaquín Fernández, jefe de guardia, las dotaciones completas de los parques de Carretera de Cádiz, Churriana y Martiricos, que puso a disposición otra de apoyo. Dos efectivos tuvieron que ser atendidos por un golpe de calor. "Al llegar estaba todo ardiendo, había una columna de humo inmensa. Recibimos en el Centro Municipal de Emergencia bastantes llamadas de ciudadanos que pasaban por la autovía y empleados", explicó el portavoz.

El viento del Norte que soplababa evitó que las llamas se propagaran en el interior de la nave. "Hemos tenido la suerte de que estaba a nuestro favor, si hubiera tomado la dirección del -edificio- el fuego se habría extendido dentro. Con nuestra labor de control hemos podido frenarlo. Se trataba de un solar con acumulación de mucho material", detallaba mientras culminaban las tareas de ventilación.

El local había sido desalojado. También el personal de Ikea permaneció fuera durante unos 20 minutos. Otras cuatro tiendas del entorno tuvieron que echar el cierre, entre ellas Schmidt, que disponía de 14 cocinas en exposición y equipos informáticos. "Primero vimos un fuego muy suave pero después hubo una bocanada de aire. Era bastante impresionante. Los bomberos tuvieron que empezar a intervenir con nuestras mangueras antiincendios mientras organizaban las suyas", señalaba un empleado, que lamentaba que lo ocurrido les impidiera continuar su jornada laboral pero más aún el daño que había sufrido Conforama. El incendio quedó extinguido a las 20:22.