Málaga

"Málaga acogerá alguna sede institucional de la Junta esta legislatura"

  • El máximo responsable autonómico en la provincia destaca el trabajo realizado estos cuatro años y subraya la necesidad de dar respuesta a proyectos como el río Guadalmedina

-¿Qué balance hace de la legislatura que echa el cierre?

-En líneas generales ha sido una legislatura donde Málaga se ha convertido en la referencia de las políticas de la Junta. Málaga es una ciudad en profunda transformación en todos los aspectos, como los derechos sociales, los equipamientos e infraestructuras y el ciudadano tiene la impresión de que la Junta trabaja en este sentido. Si nos detenemos a hacer una foto fija de la provincia y la ciudad no hay ningún gran proyecto en el que no esté implicada la Junta. En este mandato se han inaugurado doce centros de salud y 16 consultorios, lo que es un botón de muestra de lo que han significado estos cuatro años. Y hemos hecho 38 colegios nuevos, lo que ha supuesto dotar a la provincia de 22.000 plazas escolares más.

-Junto con la reforma del Estatuto de Autonomía, probablemente la operación Malaya y la disolución del Ayuntamiento de Marbella han sido las grandes protagonistas. ¿Se llegó tarde?

-No se ha llegado nunca tarde a hacer lo que la Junta tenía que hacer en Marbella. Se ha intentado instalar en la ciudadanía la idea de que durante años la Junta ha estado ausente de los problemas de Marbella y ha mirado para otro lado. Y eso es absolutamente falso. Es el lenguaje que quiere usar el PP porque él sí lo hizo. Miró para otro lado en Marbella y en Madrid, cuando gobernaba. Precisamente, Javier Arenas tiene mucho que ver en ello, no quiso la disolución del Ayuntamiento de Marbella cuando era ministro. Y precisamente los concejales del PP votaron a favor de Gil en muchas ocasiones, incluida la famosa comisión de urbanismo donde querían aprobarle el PGOU en la noche de agosto de 1998. Fue el propio PP, con Ángeles Muñoz, la que votó a favor de Marisol Yagüe para que la Junta no interviniese en el urbanismo de Marbella.

-Pero, ¿qué hizo la Junta?

-Desde que empezó a gobernar Gil puso 492 denuncias por licencias ilegales y las puso en conocimiento del TSJA. La Junta, para nada miró para otro sitio. Hizo lo que en un Estado de Derecho podía hacer y desde el respeto a la decisión adoptada por el pueblo de Marbella, que durante cuatro mandatos seguidos votó al GIL. Y fue la Junta la que tuvo que tomar la decisión, ante la falta de apoyo del PP, de solicitar la disolución del Ayuntamiento. Las políticas de la Junta han sido correctas y van a seguir siéndolo, a pesar de las dificultades que ha habido. Tengo la confianza de que esta situación cambie con este nuevo gobierno y que una vez aprobado el PGOU podamos disponer de suelo para hacer los equipamientos e infraestructuras necesarias.

-¿Usted avala la demolición de construcciones ilegales?

-Estoy a favor de que se cumpla la ley y si el TSJA decide que hay que demoler edificios porque es la forma de restituir la legalidad, habrá que hacerlo. Sí estoy en contra, como principio, de ir a la política de hechos consumados, porque según esa idea cualquiera podría regirse de manera completamente arbitraria y los resultados de ese mal comportamiento urbanístico serían legalizados. Para que eso no suceda hay que evitar que se actúe de manera ilegal y ahí los mecanismos del Estado de Derecho tienen que intervenir. Si hay que reparar y eso implica demoler, hay que demoler.

-¿Qué le parece el Pacto por la Vivienda?

-Hay que equilibrar la oferta y la demanda y ésta última la hace el ciudadano que necesita una vivienda pero que se encuentra con una tipología que no quiere, a un precio excesivo. La mayoría de los municipios han puesto a disposición de las promotoras suelo para viviendas de renta libre y, caso de Málaga ciudad, han dado mucha respuesta a la oferta, pero no a la demanda. Ahora lo que pretende la Junta es hacer que el sector no se frene, que no haya crisis, que se garantice su continuidad y que responda a la demanda de un sector de los ciudadanos que quieren viviendas que puedan pagar. Ahí tienen que colaborar los ayuntamientos con suelo. Es una medida acertada desde el punto de vista económico y de responder a la demanda social. Por eso no creo que vaya a haber una situación de crisis de cara al futuro.

-Ya han sido varios los ayuntamientos que han firmado el convenio con la Junta, entre los que no está Málaga.

-La voluntad del Ayuntamiento ha quedado clara en las manifestaciones del propio alcalde, Francisco de la Torre, quien dijo que era un brindis al sol.

-Usted ha dicho que la voluntad del Ayuntamiento de Málaga en materia de VPO es nula.

-Y lo mantengo porque los datos están ahí.

-El urbanismo y la redacción de los Planes de Ordenación del Territorio (POT) en la provincia han marcado la legislatura. En este asunto también ha habido polémica con la capital, especialmente en lo relativo al salto de la ronda este. ¿Qué le parece esta iniciativa?

-Lo que opino es lo que dicen los técnicos. Parece ser que desde el punto de vista medioambiental no es posible y si es así, mantendremos esa posición. No porque esté por encima de la ronda o no, pero si se corresponde con que se trata de espacio del parque natural debe mantenerse así. Es un privilegio que Málaga tenga el mar de frente y el monte a la espalda y si intentamos alterar eso con una intervención que no sea la adecuada sería una gran irresponsabilidad. Pero dicho eso, señalo que el Plan General que plantee el Ayuntamiento lo veremos y veremos si se corresponde o no con la ley.

-Uno de los proyectos estrella de la Junta era el plan de rehabilitación de los arrabales del centro, que tras casi tres años sigue parado. ¿Por qué?

-Se puede pensar que el plan está parado, pero no es así. Ha habido que ir definiendo todo un programa de actuación que tenía que aprobarse y era necesario unificar los criterios de varias consejerías. Y al amparo de eso tenemos que esperar a que el Ayuntamiento ponga a disposición los suelos, muchos de los cuales tienen que ser expropiados. Y este proceso es muy lento. Espero que en los próximos días se vea algo más claro este tema.

-La Junta, el Gobierno y el Ayuntamiento han iniciado el camino para definir qué hacer con el río Guadalmedina. ¿Cuál es su posición?

-La Junta tiene un compromiso claro y decidido para intervenir en el río. Nuestra posición es tan firme que no queremos dar ni un solo paso atrás. Hay que dar una solución definitiva, la que sea en base a los estudios técnicos. Pero quiero que se destierre la idea de que el río es una cicatriz en la ciudad. Es de justicia dar al río lo que es del río y decir que estaba aquí antes que la ciudad.

-¿Tiene alguna preferencia personal?

-Técnico no soy, pero habrá que embovedar alguna parte. Desde el punto de vista estético no me gusta el embovedamiento total. Si fuese posible mantener una lámina de agua de curso permanente...

-¿Málaga verá en estos cuatro años la llegada de alguna sede institucional de la Junta?

-Creo que sí. La Junta no se ha manifestado contraria a esoý

-Tampoco ha dado pasos.

-No lo ha hecho porque antes había que definir el estatuto, en el que se define la capitalidad andaluza, la sede del Parlamento y hay algunos organismos vinculados al lugar donde esté el Parlamento. Y hay otros que no. Creo que alguno vendrá a Málaga seguro.

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