No son espacios indignos, pero tampoco los que los padres desean para que su hijo pase la amplia jornada escolar. Las aulas prefabricadas han sido el recurso más fácil para abordar los problemas de escolarización en las zonas de expansión pero también uno de los principales quebraderos de cabeza de la administración a la hora de eliminarlas. El 25% de las existentes en la provincia se colocaron hace ya un lustro y, en algunos casos, más que desaparecer han ido en aumento ante la tardanza en la construcción de nuevas infraestructuras. El próximo 10 de septiembre, al menos 1.500 escolares comenzarán el curso en las llamadas caracolas.

Mijas, junto a Estepona y Vélez-Málaga, son los municipios más afectados. Y el caso más flagrante es el del CEIP Indira Gandhi, en la zona de Las Lagunas. Allí todo un colegio vive dentro del aparcamiento de otro centro educativo. Por sexto año consecutivo, los casi 500 escolares y sus docentes entrarán en sus clases "de lata" para iniciar un año más sin edificio propio. En estos años han ido ganando algunos servicios, como el comedor, pero aún no tienen gimnasio, ni aula de informática, ni de música, ni salón de actos, ni pasillos que conecten los módulos. La biblioteca es una pequeña clase que cuenta con seis puestos de lectura con seis ordenadores para menos de una decena de alumnos.

No cuentan con más zonas comunes. Tampoco con un patio techado en el que pasar los recreos cuando llueve. Esos días se ven obligados a pasar toda la mañana en el mismo espacio niños que tienen entre los 3 y los 9 años.

Desde que escolarizaron a sus hijos en un colegio del que sólo existía un código, los padres están demandando la construcción del centro. Pero los plazos se han ido dilatando una y otra vez. De hecho, ayer tuvieron una reunión en la Delegación de Educación con el jefe de Planificación y el gerente de la Agencia Pública Andaluza de Educación y Formación (Apaef) y las perspectivas que les ofrecieron no fueron demasiado positivas.

"Por un lado estamos contentos porque nos han dicho que la empresa ya ha entregado el proyecto básico, pero ahora tiene que entregar el proyecto de ejecución, por lo que se establece un nuevo plazo hasta mediados de noviembre", explica Mariló Olmedo, presidenta del AMPA Las Caracolas. Después, los técnicos de la Apaef tendrá que hacer una exhaustiva supervisión que les llevará unos tres meses de estudio. "Dicen que el proyecto es de una envergadura muy grande y que no se puede hacer en mes, así que no será hasta marzo cuando salga la licitación la obra", agrega Olmedo.

Esto supone que cuando creían que podrían estrenar edificio será cuando comiencen las obras. Por tanto, los padres temen que no sea hasta 2017 cuando esté listo. "La delegada se comprometió a que tendríamos el colegio en septiembre de 2016 o como muy tarde en diciembre, pero ya está claro que no se va a cumplir esa fecha", protesta la presidenta del AMPA y subraya que cada vez "se retrasa un año más la inauguración del colegio". Desde la Delegación, por su parte, aseguran que "se están cumpliendo los plazos estipulados" y afirman que "en los próximos días se procederá a la solicitud de la licencia de obra al Ayuntamiento de Mijas". En este municipio también hay 75 alumnos en prefabricadas en el CEIP Jardín Botánico.

En otros puntos de la provincia la creación de nuevos centros ha relajado la presencia de caracolas. La entrada en funcionamiento del colegio Los Jarales, en Rincón de la Victoria, favoreció el curso pasado la retirada de seis aulas dispuestas para dar cabida a 150 escolares. Pero aún no han desaparecido y el CEIP Josefina Aldecoa, en Torre de Benagalbón, cuenta para este curso con dos módulos y cuatro aulas en las que estudiarán unos 100 niños de 4º de Primaria.

En Vélez-Málaga se construyó hace cuatro años el colegio Las Naciones. Sin embargo, fue planteado por fases y se levantó el pabellón de Infantil. Padres y docentes reclaman que se de continuidad al proyecto, pero de lo que disponen por el momento es de 12 aulas prefabricadas para dar cabida a unos 300 niños de Primaria. En Estepona se mantienen ocho módulos temporales repartidos en tres centros educativos.