Hasta cuatro picaduras en brazos, piernas y abdomen se registran en los pequeños del CEIP Augusto Santiago Bellido de Vélez-Málaga. Muchos de ellos creen que son mosquitos, porque sus padres no se atreven a decirles que puedan ser pulgas, pero lo son. El foco se encuentra en un solar abandonado contiguo al centro educativo donde los propietarios de los perros del barrio los llevan a que hagan sus necesidades.

Después de un mes esperando que desaparezcan del patio de recreo están esperanzadas en que acaben tras el "choque termal" que el Ayuntamiento llevó a cabo ayer en las instalaciones. Éste ha consistido en lavar con agua a presión a 80 grados cada uno de los rincones de la zona donde juegan los menores. "Los técnicos de Medio Ambiente nos han dicho que podría ser efciente ya que el foco está lejos. No está dentro del colegio. Es agua caliente sin componentes químicos para asegurarnos que no sea tóxico para los escolares y que por supuesto no corran ningún peligro", comentó la edil de Educación, Cynthia García(PSOE).

Los padres quieren confiar en esta solución porque llevan quejándose de la situación desde primeros de curso. "Los niños están plagados, salen de clase con hileras de picotazos grandes, rojas y redondas que es indignante", comentaba una madre a las puertas el centro. Otra de ellas, confesaba "la impotencia que sentía de ver todos los días a "niños tan pequeños quejarse" por picaduras de pulgas y garrapatas.

La presidenta del Ampa, Irene Peña lamentó que se ha llegado a esta situación y que muchos alumnos lo sufren desde que se inició el curso. Culpa al solar que hay junto al colegio. "Es evidentemente que el foco está en esa parcela que linda con el colegio, concretamente con el aula infantil. Con el módulo de Primeria pega una nave abandonada donde hay ratas, ratones y de todo. Las pulgas pasan al colegio y pican a los niños", manifestó.

La "marea morada", como se hacen llamar van a esperar si funciona el tratamiento térmico que ayer inició el Ayuntamiento de Vélez-Málaga, de no hacerlo, están dispuestas a no llevar a los niños al centro y que se queden sin clases. El Consistorio también ha tramitado ya la orden para que el propietario de la parcela se encargue de la limpieza, mantenimiento y vallado de dicha parcela ya que está obligado según las ordenanzas municipales. De no hacer, podría someterse a sanciones. Paralelamente, el Ayuntamiento ha iniciado los trámites para adquirir ese suelo que servirá para ampliar el colegio conocido popularmente como Reñidero.