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Los encantos de la garganta del Tajo

  • Aunque los caminos interiores en su mayoría no están acondicionados, decenas de visitantes los recorren cada día para tomar imágenes de las cornisas y el Puente Nuevo

Turistas contemplan el Tajo y el Puente Nuevo.

Turistas contemplan el Tajo y el Puente Nuevo. / reportaje gráfico: javier flores

La garganta del Tajo, sus cornisas y los numerosos caminos que permiten recorrerlo se han convertido en zonas muy frecuentadas por los turistas, hasta el punto que desde hace años el Ayuntamiento trata de acometer su adecentamiento, aunque hasta el momento no ha logrado obtener la financiación necesaria para la puesta en valor de una de las joyas naturales del turismo andaluz y reclamo habitual de las campañas institucionales para captar más visitantes.

Eso sí, la falta de acondicionamiento de los caminos no supone un obstáculo para los turistas, que cada día se aventuran a bajar por alguna de las veredas que permiten visitar los alrededores de las murallas en el Arrabal de San Miguel, fotografiar el Puente Nuevo de frente, las cornisas desde la parte baja o llegar hasta la propia garganta del río Guadalevín y pasar bajo el conocido puente rondeño.

"Es maravilloso", le indicaban una pareja de turistas que subían por el camino de los Molinos, conocido popularmente en la ciudad del Tajo como cuesta del cachondeo, al encontrar a otro grupo que dudaba si bajar por el empinado y serpenteante camino que conduce hacia el filo del cortado y las ruinas de las murallas.

Poco antes, un grupo de visitantes asiáticos no paraban de lanzar un "oh" tras otro al alcanzar la parte más baja del camino de los Molinos y pasar bajo los restos de la puerta del Cristo en las murallas de Albacar. Frente a ellos las imponentes cornisas y el Puente Nuevo, que toman toda su dimensión al verse desde su parte baja.

Eso sí, para llegar hasta este punto han tenido que dejar el camino empedrado y tomar un pequeño sendero de tierra, con muchas piedras sueltas y zonas resbaladizas para poder llegar a este zona, aunque el esfuerzo merece la pena. En similar situación se encuentran el resto de accesos, que están totalmente libres de la abundante hierba existente en estos momentos por el importante tránsito que tienen, al igual que los miradores junto al precipicio.

De momento, a pesar del éxito que tiene este espacio, ninguno de los intentos realizados desde el Consistorio por poner en marcha un programa de acondicionamiento han terminado prosperando.

Ahora, desde el área de Turismo se pretende lanzar un nuevo intento para poner en valor una joya ya descubierta por los turistas, aunque, nuevamente, dependerá de que lleguen fondos desde el exterior. En este sentido, el delegado municipal de Innovación, Alberto Orozco, explicó que están a la espera de recibir la contestación sobre la solicitud realizada, en la que se incluyen partidas de adecentamiento de las murallas de la zona del Arrabal de San Miguel.

Entre las posibles actuaciones para potenciar el espacio se encuentra la ya anunciada pasarela sobre el Tajo, que permitiría recorrer parte de la garganta a una altura de más de 15 metros y con un sistema parecido al Caminito del Rey. No obstante, se está redactando un nuevo proyecto, ya que el primero no pasó los cortes de impacto ambiental y se están corrigiendo los aspectos señalados por los técnicos de la Junta de Andalucía. En este caso, la Diputación provincial sí tiene anunciado que financiaría el proyecto, que también incluye el acondicionamiento del camino de bajada hasta el Puente Nuevo.

En cuanto al resto de caminos, de momento no hay planes para su adecentamiento, aunque desde APR se reclamó el acondicionamiento de los miradores improvisados.

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