Cuando se trata de presupuestos casi nunca llueve a gusto de todos. Ayer, el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso, expuso en el Parlamento autonómico las cuentas de su departamento para el próximo año, que ascienden a 219,6 millones de euros. La cuantía responde a un profundo ajuste que obligará en gran medida al sector público a tirar de imaginación en lo que a cultura se refiere. Uno de los pocos grandes proyectos culturales que mantienen su inversión respecto al año pasado es el Museo Picasso Málaga, con 6,4 millones de euros, tal y como ya había sido anunciado (significativo es, en este sentido, el incremento de los recursos destinados a la Alhambra de Granada en un 1,6%, hasta alcanzar los 25,6 millones de euros); sin embargo, lo llamativo fue el modo en que Luciano Alonso justificó este esfuerzo. El consejero de Cultura anunció la presentación al Patronato "de una reestructuración para optimizar la gestión y el funcionamiento del museo. El objetivo no es otro que revertir las mejoras en más acciones culturales para disfrute de sus visitantes, como por ejemplo la conmemoración el próximo año del décimo aniversario de su apertura". El consejero ya había confirmado que el museo trabajaba en el diseño de un programa especial de actividades con vistas a la efeméride, pero parece que de la misma mano llegarán algunas medidas de largo alcance respecto al modelo organizativo de la pinacoteca. Con José Lebrero recientemente reafirmado en su cargo de director, todo apunta a la búsqueda de la fórmula que permita hacer más con los mismos recursos. La última palabra, en todo caso, la tendrá el Patronato.

Otra de las novedades importantes respecto a Málaga en el desglose presupuestario es el importe designado al Centro Andaluz de las Letras, que tiene su sede principal en la ciudad. Tras el reciente nombramiento de Juan José Téllez al frente del mismo, considerado en virtud del empeño en la adopción de un nuevo rumbo, la institución percibirá 450.000 euros. Luciano Alonso afirmó al respecto que "se mantendrán la mayoría de los programas literarios y de promoción de la lectura que se realizan a través del centro, al que daremos un nuevo impulso". La partida puede considerarse, por tanto, una afirmación de la estrategia iniciada con la llegada de Téllez.

No obstante, uno de los asuntos más delicados de los abordados en la presentación de los presupuestos, y que afecta de lleno a Málaga, es el de las orquestas sinfónicas. Alonso señaló que la partida general para las cuatro orquestas en cuyos consorcios participa la Junta (Málaga, Sevilla, Granada y Córdoba) se reducirá en un 10%. Y aprovechó para anunciar la corrección de la inversión confirmada el pasado 31 de octubre para la Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM): si entonces la cuantía ascendía a 2.394.000 euros (una cifra que había llamado la atención al ser superior, por primera vez, a la consignada para la Sinfónica de Sevilla, de 2.345.575 euros), tras haber advertido un "error técnico", la cantidad definitiva quedará reducida en 180.000 euros, hasta los 2.114.000 millones (ahora sí, sensiblemente inferior a la de la orquesta sevillana).

Sentenciada la corrección, y tras un año difícil a raíz del cambio de modelo de financiación para las orquestas (de la inversión directa al régimen de subvenciones), Alonso brindó una reflexión sobre el asunto: "Partiendo de que Andalucía es la comunidad autónoma con más orquestas del conjunto del Estado, ¿parece razonable que el Gobierno andaluz detraiga de sus presupuestos cerca de 7 millones de euros y los destine a cuatro orquestas que en este momento sólo tienen carácter local? ¿Parece razonable que el 85% del presupuesto de estas orquestas sea público y sin embargo no puedan disfrutar de ellas la gran mayoría de ciudadanos andaluces que las sustentan? Considero necesario que entre todos reflexionemos y encontremos un nuevo enfoque que prime el interés general y por tanto la igualdad de oportunidades y la equidad económica y territorial.Y a su vez el ciudadano tenga la garantía que la Administración pública vele por el destino de los recursos públicos y evalúe el retorno de su inversión".

Y continuó: "¿Es razonable que en este momento entre las cuatro orquestas no exista ninguna sinergia, ni colaboración, intercambio o coproducción para hacer más rentable y llegar a más ciudadanos con un trabajo conjunto? ¿Es razonable que esta comunidad invierta y potencie una institución tan importante como la Orquesta Joven de Andalucía y después no seamos capaces de que dichos jóvenes andaluces cualificados tengan su espacio natural laboral y creativo en las cuatro orquestas de Andalucía? Creo sinceramente que la continuidad de las orquestas es imprescindible; pero también creo que su futuro debe abordarse desde nuevos parámetros".

Aunque se podrían proponer algunas puntualizaciones (la sinergia entre las orquestas sí existe -el reciente Festival Plácido Domingo puede servir de ejemplo, al igual que otros certámenes- aunque no todo lo efectiva que cabría desear; y cabe recordar que la Junta de Andalucía sostiene las cuatro orquestas en consorcios conformados con los respectivos ayuntamientos, que también tendrían algo que decir al respecto), el guante lanzado por el consejero merece ser recogido tanto por las orquestas como por sus abonados. El desarrollo de un futuro mapa sinfónico andaluz bien puede valer la pena.