Cultura

Lo que va de Bowie a Elton John

  • El que fuera líder y vocalista de Suede, Brett Anderson, mostró anoche sus escasas habilidades al piano y la guitarra al presentar en el Cervantes su debut en solitario

Menudo viaje el que Brett Suede Anderson ha vivido en estos últimos 15 años. El inglés ha pasado de querer emular a Bowie y Morrissey a terminar como Elton John -el de Candle in the wind, que es peor-. Anoche, el Teatro Cervantes fue testigo de la transformación. Uno de los problemas, de los muchos que tiene semejante transmutación, es que Anderson no sabe tocar el piano. Lo increíble, y mucho, es que lo hace.

El que fuera una bestia sobre los escenarios en los días de Animal nitrate o The wild ones, es ahora un animador de cruceros que anestesia temas como By the sea, Everything will flow o The power, entre otras víctimas del repertorio de Suede que acribilló con solemnidad y a las que dejó desinfladas y muertas.

Y menos mal que echó mano de glorias pasadas, porque su actual cancionero es uniformemente soporífero. Si Love is dead es su single de batalla poco más hay que explicar -con ese tema comenzó la tortura la otrora estrella del britpop-. Ay, papá, no quiero hacerme mayor si es para aburrirme con mis viejos ídolos -bueno, Suede nunca pasó de estar entre mis cintas de casete mal grabadas-.

Para complicar aún más la noche, algo que poco importó al soso y circunspecto Anderson, resultó que el inglés sólo conoce cinco acordes a la guitarra y apenas sabe reconocer las teclas del piano. Es en serio. Su acompañante, una sufrida y sonriente Amy Langley, sí sabía qué hacer con su violonchelo, pero no se atrevió a desenmascarar la torpeza de su jefe. En consecuencia, todas las canciones eran iguales, salvo por la parte vocal. Precisamente, fue la voz lo único que permitió reconocer en Brett Anderson a un profesional del pop. Intacta, hermosa y evocadora, en algún momento, es la voz de este hombre sin gracia.

Malos tiempos son los que debe de estar pasando el sensible Brett -terribles, si creyéramos lo que canta en sus nuevas canciones-, pero no es motivo para ir por ahí compartiendo tal patetismo de estrella caída que muestra su desgracia: que ya no le queda música. Además, habló en español: "Muchas gracias, amigos".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios