Sevilla FC

Una extraña gran alegría

  • El sevillismo acoge con frialdad una de las mejores temporadas de la historia pese a diluirse en sus aspiraciones

  • Sampaoli, con sus distracciones, firma un cuarto puesto inédito desde 2010

El presidente, José Castro, junto a los consejeros Juan Luis Villanueva y Pedro Ellauri pisan el Bernabéu antes del partido ante el Real Madrid.

El presidente, José Castro, junto a los consejeros Juan Luis Villanueva y Pedro Ellauri pisan el Bernabéu antes del partido ante el Real Madrid. / inma flores

El tiempo, ciertos intereses personales del entrenador y un tramo final descafeinado han tamizado hacia un tono tirando a gris una temporada que no se entiende que produzca tal efecto entre el sevillismo. No está precisamente acostumbrada esta afición a que su equipo acabe cuarto en una liga que además es de las más exigentes de Europa. Pero todo lo que ha ocurrido a lo largo del año ha motivado que el objetivo marcado en julio -aun a sabiendas de que se podía intuir una campaña dura y de transición con un proyeto que debía hacerse sobre la marcha tras la huida de Emery- se celebre con frialdad una vez amarrado el pasado domingo en el Bernabéu.

Es lo que tiene también hacerlo con un 4-1 en contra. Fea manera, desde luego, de lograr un objetivo. Pero el caso es que el Sevilla, a lo largo de su larga historia, sólo había alcanzado cuatro veces esta clasificación y únicamente en tres ocasiones en la era moderna había acabado una Liga por encima del quinto. Fue tercero con Juande en la 06-07 y con Jiménez en la 08-09. Ésta es la quinta vez que cierra como cuarto clasificado una temporada. Dos campañas seguidas, la 54-55 y la 55-56, una más al final de la dorada década de los cincuenta, la 59-60, y la que recordarán todos los sevillistas que tienen en su retina el gol de Rodri en Almería un curso que empezó Jiménez y lo acabó Antonio Álvarez, con título de Copa del Rey incluido la misma semana en Barcelona.

Hoy pocos sevillistas han celebrado la clasificación del Sevilla para el play off de la Champions y protagonizan una sensación extraña. Lo firmado por el equipo de Sampaoli tiene mérito: 35 jornadas de 37 disputadas entre los cuatro primeros clasificados, una primera vuelta inmaculada con muchísimas jornadas segundo en la tabla y corriendo como la pólvora la tesis de que el Sevilla era un candidato serio a discutirle incluso a los grandes la hegemonía del fútbol español. En boca de todos y hablando sin miedos de poder pelear el título, Sampaoli llegó a amenazar el sistema establecido.

Pero el amago protagonizado en Alemania durante el verano había dejado secuelas. La ambición del de Casilda es tanta que le impide acabar los proyectos que inicia. Se cansa a mitad de camino, los cambia por otros en sus preferencias. En junio iba al Granada, pero se le cruzó el Sevilla y en julio aparecieron Argentina y Messi e hizo el primer intento. Se le pasó la fiebre y enchufó al Sevilla -es verdad que a veces con más resultados que fútbol- hasta tal extremo que el sueño de ganar la Liga sonó en Sevilla. Pero lo que pasó después, particularmente tras la eliminación de la Liga de Campeones en Leicester, afeó muchísimo lo que en circunstancias normales debería haber provocado alegría en el sevillismo. Si Sampaoli había sido el primero en meter ese gusanillo a la afición, su cambio de actitud tras una semana en la que cayó en Leicester y en el Calderón arrastró al equipo a lo que ha sido en el último tramo de Liga, en el que sólo sumó tres victorias y consiguió 12 puntos de 30 posibles. La Liga perdió interés para el argentino, que dejó escapar el tren de los grandes, dilapidó una ventaja de 9 puntos sobre el Atlético y perdió también la tercera plaza. Todo ello, adobado por algo que fue lo que más enfadó en Sevilla, sus negociaciones retransmitidas con la AFA y a lo que el Sevilla espera el pago de su cláusula de rescisión.

La cuenta de resultados es para saltar de alegría. Un éxito inédito desde 2010, pero por primera vez sin el gusanillo de una final, un título... desde 2013.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios