Unicaja

Nedovic calienta motores

  • El serbio tuvo su primera toma de contacto tras casi dos meses de lesión

  • Trabajó y se atrevió, aunque sin acierto, con el paso del tiempo

Nedovic festeja una canasta de su equipo.

Nedovic festeja una canasta de su equipo. / javier albiñana

Las ganas están, el tiempo y el trabajo darán lo demás. Nemanja Nedovic regresó al Carpena en un partido que menor exigencia, óptimo para comprobar su estado tras casi dos meses fuera de las canchas. Un periodo aceptable, dentro del extremo pesimismo en que se llegó a entrar dada la inexactitud con la que se podía diagnosticar el estado del serbio. Faltó acierto y soltura, hubo esfuerzo a raudales.

Qué ganas había de volver a ver a Nemanja Nedovic sobre el parqué. El Unicaja ha sabido sobrevivir sin su referente gracias a la explosión de un Fogg excelente en las últimas semanas y un Smith constante. Pero no es igual. Las cosas son diferentes cuando el serbio está en cancha. Joan Plaza quiso dar la oportunidad a Nedovic de probarse desde el inicio. Dispuso de seis minutos en el primer cuarto, antes de ser cambiado definitivamente por Alberto Díaz, para recuperar ritmo de competición.

El balance de arranque fue de dos puntos y una asistencia a Kyle Fogg. El escolta anduvo más centrado en tareas de elaboración, dando circulación al balón. Quizá se esperaba a un Nedovic más tirador, pero su trabajo se redujo a introducirse en dinámica. Intentó varias penetraciones hasta que llegó una que dio con una buena bandeja y el aplauso de un Carpena loco con el serbio.

Su papel no fue residual, a pesar de estar aún una marcha por debajo. En el segundo cuarto fueron siete los minutos disputados y condicionó algo más la defensa del UCAM Murcia, obligado a encimar al serbio hasta la falta. Con ello anotó tres de los cuatro tiros libres de los que dispuso. Aun con menos ritmo bregó atrás y pudo atrapar dos rebotes tras varias luchas intensas bajo el aro.

En este segundo cuarto, con más tiempo y algo más atrevido, dejó constancia de que aún hay trabajo para recuperar al menos el nivel de entendimiento con sus compañeros. Se equivocó en varios pases, muestra de que algunos automatismos requieren de algo más que estudio para su posterior ejecución.

Tardó en volver y lució algo menos, más cansado y algo desapercibido entre los problemas defensivos del Unicaja. Otro rebote entre la inoperancia atrás. Su pasito dado en la ayuda contrastó con su bajo balance desde el triple, donde no logró engrosar su cuenta. También debe calentar la muñeca poco a poco, porque no acertó en varios tiros francos y sin oposición. Se volvió a sentar a cinco minutos del final, más atrevido -no acertado- y entre los aplausos con los que fue recibido por un Carpena que aguarda expectante. No habría más tiempo para él en la prórroga, donde la máxima exigencia para acabar sacando el partido pidió más frescura.

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