Ya sea en azul, en naranja o en verde, se sea o no residente, todos tienen que pasar por caja para aparcar el coche. Emasa hace caja los siete días de la semana casi doce horas al día.

El incremento de las zonas de estacionamiento regulado en la ciudad y de sus horarios han creado un malestar generalizado en la población.

La asociación El Balneario estalla ante la implantación del aparcamiento regulado y las afirmaciones del concejal de que lo han pedido los residentes.

La empresa va a pedir un nuevo préstamo de 600.000 euros para otorgar mayor seguridad económica. Estudia varias alternativas para sortear el difícil escenario con solvencia.

También estudiará ampliar la zona naranja durante los fines de semana.

Consideran que en el horario actual de actividad no esencial favorece el aparcamiento de los usuarios de vehículos.

Kichi defiende el nuevo estacionamiento regulado de la ciudad que permite a los residentes "aparcar su vehículo en su zona y en su barrio". El alcalde pide tiempo para ver los efectos positivos de la medida.

A partir del 22 de octubre sólo podrán estacionar en las calles y plazas del interior los residentes y toda la circunvalación será zona azul o naranja. Las motos tampoco tendrán sitio en las calles interiores del centro, solo en la ronda exterior.

Hasta el día 24 se pueden presentar las ofertas por el lote completo de las plazas por un precio de salida de 4.223.513,33 euros.

Algunas voces protestan por la falta de medios de higiene o seguridad en las máquinas expendedoras de tiquets de zona azul y naranja. Vecinos del Paseo reclaman que se implanten medidas o que se supriman los parquímetros en verano.