El edulcorante es una alternativa al azúcar usado por muchísimas personas, ya sea para controlar los niveles de azúcar en sangre o con el objetivo de perder peso, pues su aportación calórica es casi nula.

El más conocido es la sacarina, que se encuentra en todas las casas y también es muy demandado en los bares. Es el edulcorante por excelencia, pues se usa desde principios del siglo XX y muchas personas lo eligen en lugar del azúcar para endulzar el café sin que acarreé un aumento calórico.

Aunque en los últimos tiempos la stevia se ha puesto muy de moda, y muchos de los que endulzaban su café con sacarina se han pasado a este edulcorante natural. Pero, ¿cuál es más recomendado para la salud?

Tanto la sacarina como la stevia son opciones saludables para endulzar nuestro café sin que tengamos que preocuparnos por las calorías, aunque presentan algunas diferencias. 

La sacarina es un edulcorante artificial mientras que la stevia es 100% natural y además tiene propiedades antidiabéticas y antioxidantes. También se cree que reduce el riesgo de sufrir caries. Eso sí, si es la primera vez que se usa como sustituto del azúcar, hay que tener cuidado, pues es mucho más dulce que este. Por otro lado, algunos estudios apuntan que la sacarina podría alterar la microbiota, la flora intestinal y los niveles de azúcar en sangre.

Por lo que la stevia podría ser un edulcorante más recomendado para la salud, aunque teniendo en cuenta que las cantidades en las que se consumen son muy pequeña, ambas opciones son saludables para endulzar nuestro café.

Otras maneras de endulzar un café

Aunque estemos inmersos en la misión de bajar de peso y prefiramos utilizar sacarina o stevia, para aprovecharnos de su nulo aporte calórico, algún día podríamos 'darnos un capricho' con una de estas opciones, que aparte de endulzar nuestro café le dará un toque distinto a su sabor.

Una de ellas es la miel, pues echando un poco en nuestro café resaltará los matices de su sabor, además de darnos esa pizca de dulzura que tanto nos gusta. Otra de las opciones es añadir una cucharadita de canela, que nos aportará beneficios como la estimulación del sistema inmune.

Espolvorear un poco de cacao (se recomienda que sea del 75%, como mínimo) también es una manera interesante de darle un toque distinto al café, sin eclipsar su intenso sabor. 

El azúcar de caña integral, el azúcar mascabado o el de coco son otras opciones para que, si queremos probar algo que no sea sacarina o stevia, endulcemos nuestro café, dándole también matices diferentes a su sabor.