Con unos 200.000 habitantes registrados en el Padrón Municipal, la capital almeriense ha más que duplicado su población desde 1950, pero no lo ha hecho por igual en cada uno de los barrios y los hay que han perdido la mitad de sus vecinos. Ocurre con el centro ciudad (casco histórico, Paseo y Rambla), pero su descenso poblacional lo están superando en número otros dos núcleos, El Zapillo y Nueva Andalucía, a lo largo de esta última década.

Son algunos de los datos recopilados en el Plan Municipal de Vivienda y Suelo, herramienta que se llevará al próximo Pleno para su aprobación, y que arranca con un revelador diagnóstico sobre la población y el movimiento migratorio que se está produciendo dentro de los límites del término municipal, con áreas, con el Paseo, pudientes económicamente pero que envejecen. Entre otros motivos, por el precio de la vivienda.

El término municipal ha crecido tres veces más que la media nacional en los últimos 10 años, y por encima de las capitales provinciales de su entorno, si bien el centro tradicional no sólo no ha aumentado en población, sino que ha perdido en conjunto cerca de 2.200 vecinos. El envejecimiento del casco histórico es casi una obviedad constata por el estudio, pero el PMVS, realizado por el arquitecto Pablo García Pellicer, ha revelado que los desplazamientos residenciales hacia otros barrios capitalinos lo están sufriendo casi con mayor dolo El Zapillo y Nueva Andalucía, que registran en su conjunto un descenso de casi una quinta parte de su población (4.200 residentes).

Son dos barrios que figuran también en otros apartados del Plan de Vivienda. El primero por encontrarse en situación de riesgo por la presencia creciente de los pisos turísticos y, el segundo, por concentrar un considerable número de pisos vacíos. Más que el propio casco histórico.

Las familias almerienses están desplazándose desde la Rambla a la avenida del Mediterráneo, con un crecimiento residencial que también experimenta la Vega de Acá y El Toyo. La Cañada y los diseminados de su entorno, así como San Miguel de Cabo de Gata crecen proporcionalmente el doble que la media municipal, “pero El Alquián-San Vicente apenas se mantienen”, apunta el informe.