Unas 2.000 personas salieron a la calle ayer en Villa del Río (Córdoba) para mostrar a la familia de Aarón, el niño de cinco años que padece una patología neuromuscular grave y que no puede asistir al colegio si no cuenta con la atención de un enfermero, una prestación que la Delegación de Educación niega.

La marcha partió al mediodía del colegio Poeta Molleja y finalizó en la plaza del Ayuntamiento. Allí un grupo de jóvenes y otro formado por compañeros de clase del menor tomaron la palabra para dar paso después a la lectura de un manifiesto que corrió a cargo de la propia madre del pequeño, Susana Sánchez. La madre del pequeño consideró que la Delegación de Educación en Córdoba, de forma "inadmisible", ha asignado para su hijo a "un trabajador sin la cualificación legal que le corresponde" y no a un enfermero, que es "el recurso adecuado". A su juicio, desde la Administración autonómica "se le está privando a Aarón el derecho a la educación" al "no garantizar en su escolarización las medidas de seguridad y salud dentro del centro escolar".