En Andalucía nos enfrentamos a un cambio drástico en las condiciones meteorológicas. Esto se debe a la llegada de un "latigazo invernal". Este fenómeno, que implica una bajada general y brusca de las temperaturas, es el resultado de la llegada de masas de aire de origen polar o ártico a la península, un cambio impulsado por la modificación del chorro polar. Aunque últimamente hemos tenido temperaturas anormalmente cálidas para el mes en el que estamos, con registros de hasta 25ºC, se espera que el termómetro marque entre 10 y 12ºC en las horas centrales del día en los próximos días.

Este cambio en las condiciones atmosféricas traerá consigo temperaturas mínimas desplomadas y heladas bastante intensas, extendiéndose por gran parte de la Península y afectando también a Andalucía. En regiones como el Pirineo, se esperan mínimas inferiores a los -10ºC, y en ciudades como Teruel, Cuenca y Ávila, el mercurio podría caer hasta los -3ºC. Además, rachas de viento de hasta 100 km/h potenciarán la sensación de frío, especialmente en zonas montañosas.

Andalucía, en particular, ha experimentado un notable descenso de las temperaturas, con mínimas de 5 grados en Sevilla y una sensación palpable del frío polar. Este fenómeno meteorológico no solo se limita a un descenso de la temperatura, sino que también incluye vientos fuertes de hasta 90 kilómetros por hora. Se prevé que las mínimas oscilen entre los 3 y los 7 grados en Sevilla y otras capitales de provincia durante al menos los próximos 10 días. En ciudades como Granada o Jaén, las temperaturas podrían descender a cifras bajo cero, con nevadas y heladas en zonas de alta montaña.

Más allá de los aspectos meteorológicos, es importante considerar el impacto económico y social de este cambio climático en Andalucía. Según BBVA Research, Andalucía se espera que el PIB de la región crezca un 1,3% en 2023 y recupere los niveles prepandemia. Sin embargo, la economía está experimentando una desaceleración, influenciada en parte por factores como el elevado endeudamiento privado y el mayor peso de bienes con elevada inflación en la región. Además, fenómenos climáticos como la sequía están afectando negativamente al sector agrario y al de la alimentación, mientras que el alto costo del combustible y la energía reducen la competitividad de los exportadores.

En conclusión, el latigazo invernal no solo cambiará el paisaje climático de Andalucía, sino que también tiene el potencial de influir en la vida cotidiana, la economía y el bienestar social de la región. En los próximos días veremos cómo se desarrolla este fenómeno y qué medidas se pueden tomar para mitigar sus efectos.