El sindicato CSIF es más conocido por su representación en sanidad, educación o la administración pública, pero ahora la estrategia pasa por profundizar en el sector privado. En Andalucía, su presidente, José Luis Heredia, aspira el próximo día 27 a renovar el cargo en el congreso regional de la federación y analiza en esta entrevista las acciones de los gobiernos y sus consecuencias en empleados públicos y trabajadores.

-La legislatura se ha estrenado de nuevo con los funcionarios como protagonistas.

-Hemos padecido una situación política que no hemos provocado. No estamos para leer el periódico, como dijo Antonio Beteta (secretario de Estado de Administraciones Públicas), y ahora quieren resarcirnos por fines electoralistas. Se han dado cuenta de que hemos sostenido el sistema a pesar de ellos.

-¿Qué postura tiene CSIF con los concursos de méritos y la ley que derogó el Parlamento?

-No nos gustaba que fuese por decreto ley, pero era la única forma de que saliese más rápido. Hay muchos empleados que están fuera de sus casas y hace cuatro años que no hay concurso. La discusión ahora será la proporción con la que cuente la antigüedad.

-¿Le sorprendió la postura del PP?

-Hemos hablado con todos los partidos, y el PP tomó su decisión de no convalidar el decreto. También dijo que iba a presentar una propuesta que todavía estoy esperando. La estrategia política la desconozco, pero sí me sorprendió porque esperaba que fuera de otra manera, sobre todo por la urgencia. El día que nos desprendamos del no por sistema y miremos los problemas de la calle, todo irá mejor.

-¿Le llegó Moreno (presidente del PP-A) a asegurar la abstención?

-Nunca hubo un compromiso de abstención, simplemente escucharon nuestras propuestas. Yo me fui convencido de que se iban a abstener, pero ellos nunca lo dijeron.

-Lo digo porque a CSIF se le identifica con el PP.

-Hay evidencia de quién apoya a quién, pero este sindicato no tiene ideología, ni dependencia política. Está claro lo que nosotros queríamos y lo que votó el PP. A lo mejor hay alguno de los que se han creado con corte funcionarial (en referencia a SAF) que tiene más apego y relación con el PP.

-¿Tienen el compromiso de la Junta para la devolución del segundo 25% del paga extra?

-Tenemos compromiso para que se abone el primer 25% en febrero. Somos la única comunidad autónoma que no la ha pagado.

-¿Confían en cobrarla, aunque la consejera de Hacienda (María Jesús Montero) la vincula a cómo se comporte el Gobierno de Rajoy?

-Forma parte de la guerra política. El Estado lo podría haber simplificado planteándolo como normativa básica en la cuentas de 2016.

-No he escuchado a CSIF quejarse sobre la posible paralización de la oferta de empleo pública.

-Primero hay que mover a la gente con el concurso para ver las plazas que quedan y luego la convocatoria de empleo. No tiene por qué ser vinculante, pero sí es recomendable. La oferta es escasa, porque se ha destruido mucho empleo público.

-¿Qué piden para el próximo Presupuesto?

-Pedimos una oferta pública acorde a la realidad de la función pública, porque la Consejería vive alejada de esa realidad.

-¿Cuántos empleados públicos están al 75% de jornada y sueldo?

-Hemos reclamado los datos, igual que los que trabajan en empresas públicas, pero la Consejería no nos lo ha facilitado. A partir de enero no debería haber ningún contrato al 75%.

-¿CSIF tiene noticias sobre el acuerdo de concertación?

-Este modelo de concertación sólo ha servido para contentar y financiar a UGT y CCOO. El panorama político ha cambiado y el sindical también, más allá del bisindicalismo. Hay una sentencia del Supremo para que más sindicatos accedan a las subvenciones, aunque nosotros no las queremos. El 90% de nuestros ingresos proceden de los 60.000 afiliados.

-Si cobran subvenciones, les afectará la ley de transparencia.

-Somos los únicos que llevan tres años haciendo una auditoría externa. Los datos son accesibles.

-¿También sus retribuciones, porque las de los dirigentes de UGT (Carmen Castilla) y de CCOO (Francisco Carbonero) no lo son?

-Mi único sueldo es el de celador de un hospital, de 1.450 euros netos al mes, y conservo ese puesto, donde no he promocionado nunca. CSIF sólo me paga desplazamiento y gastos. Y mis dos hijos trabajan en empresas privadas y no llegan ni a mileuristas.