Centenares de vecinos de las provincias de Málaga y Cádiz fueron los más perjudicados del temporal caído ayer, al provocar el aislamiento de sus poblaciones y la inundación de sus viviendas. Numerosas zonas de la provincia malagueña quedaron totalmente cubierta por la riada originada con el desbordamiento del río Guadalhorce. En Alhaurín de la Torre, una familia tuvo que ser rescatada por un helicóptero después de que sus miembros se encaramaran al tejado de la vivienda, totalmente inundada por las aguas.

Un panorama especialmente grave mostró Cártama debido al desbordamiento del Guadalhorce: vecinos aislados, carreteras cortadas, colegios cerrados, campos agrícolas anegados, infraestructuras arrasadas... Con todo, la virulencia del temporal no se cobró esta vez víctimas. Los efectivos de los equipos de rescate trabajaron a destajo.

La delegada de la Junta en Málaga, María Gámez, informó que las lluvias registradas en los dos últimos días en la provincia alcanzaron "unos niveles desconocidos en los últimos años". Los números lo explican todo: 155 litros por metro cuadrado en Benahavís; 121 en Alhaurín el Grande; 130 en Manilva y 97 en Málaga.

En la provincia de Cádiz, la ciudad de Chiclana fue la más afectada por las lluvias torrenciales, con viviendas inundadas en numerosos puntos de la localidad. Los bomberos del Consorcio Provincial tuvieron que realizar más de sesenta intervenciones, entre ellas el rescate de personas atrapadas en sus casas.

Y en Jerez, de nuevo el desbordamiento del río Guadalete, que a las 13:45 de ayer había alcanzado los 6,39 metros de altura, volvió a inundar viviendas en las barriadas rurales de Las Pachecas y La Greduela, donde varias familias tuvieron que ser desalojadas. Para evitar que se produzcan posteriores inundaciones, la Junta ha realizado desembalses controlados en los pantanos de Arcos-Bornos, Los Hurones y las presas de Charco Redondo y Guadarranque, ambas en el Campo de Gibraltar.