A veces lo más lógico es lo más difícil de pensar. Es la sensación que tuvo más de uno cuando vio la alineación de Javi Gracia en el Vicente Calderón. Sin Amrabat, lesionado, el técnico navarro disponía de múltiples soluciones para cubrir su baja. La alternativa más natural, la que conllevaba la entrada de Santa Cruz en su lugar, venía con el asterisco de los compromisos internacionales que tuvo que afrontar el paraguayo días antes. De hecho, sólo tuvo una sesión de entrenamiento con sus compañeros. Más allá de que sorprendiera o no, el cambio dejó traslucir una firme idea que tiene el navarro en este periodo en que no podrá contar con el holandés: la forma de jugar cambiará mientras no pueda tirar de sus servicios.

De hecho, ya se pudo apreciar en el estadio colchonero. La movilidad de partidos anteriores brilló por su ausencia. Básicamente, porque comenzaba con la posición de falso delantero de Amrabat. Santa Cruz es un atacante de distintas condiciones. Aunque también se le ha visto en no pocos partidos dejarse caer a banda o incluso bajar hasta campo propio, sus cualidades no pasan por ahí. Más rápido y activo, los arrastres que suele hacer el internacional marroquí desde esa posición beneficiaban a los jugadores de segunda línea (Samu, Juanmi y Samu Castillejo), que daban continuidad a la idea con su propia libertad de movimientos. Ante una defensa estática como suele ser la del Atlético de Madrid (más aún después del tempranero 1-0, que les permitió dar unos pasos atrás), esa falta de actividad se echó de menos y derivó en otro tipo de juego más pausado.

Javi Gracia es consciente de que no es fácil superar la baja de un futbolista así. A falta de otro futbolista de sus características, volverá a una forma de jugar muy parecida a las primeras jornadas, cuando Roque Santa Cruz era el delantero indiscutible y Amrabat ocupaba otras demarcaciones más naturales para él.

Aunque, dentro de este paréntesis sin Amrabat, que puede postergarse hasta el primer partido de 2015, habrá otro con la visita del Real Madrid. Javi Gracia está meditando la posibilidad de hacer un planteamiento similar al que formuló en la vista del Barcelona en la quinta jornada. Entonces, decidió fortificar el centro del campo con cinco futbolistas para evitar que los de Luis Enrique absorbieran gran cantidad de posesión y tuvieran las numerosas opciones de gol de que disponen habitualmente. La jugada le salió perfecta al pamplonés, que consiguió un meritorio 0-0 tras contener el caudal ofensivo barcelonista.

Y eso que apostó por un once lleno de novedades y jugadores que estaban en segundo plano, como Samu Castillejo y Juanpi Añor, quienes hicieron su debut como titulares en Primera. El venezolano formó un trivote con Camacho y Darder, mientras que el malagueño y Duda ocuparon las bandas para dejar en punta de ataque a Amrabat. El Real Madrid está demostrando una pegada demoledora pero presenta una variación con respecto a años anteriores: tiene mejor trato de balón. Así que Gracia se plantea introducir más hombres en el centro del campo y, con una alta línea de presión, intentar alejar lo máximo posible a los blancos de la portería de Kameni. Mientras Amrabat vuelve...