Hay una máxima en el fútbol, y estos son los resultados. Tras un verano de dudas, el Marbella la está despejando una a una a base de victorias. Ya van cinco seguidas, son líderes y marchan como invictos -únicos en su categoría-, después de vencer al Ejido 2012 con un solitario tanto del serbio Despotovic, otro de los renacidos en un proyecto que no quiere ponerse techo.

Una de las principales incógnitas residía en su técnico: Mehdi Nafti. El francés, ex jugador de equipos como Racing de Santander, Birmingham o Cádiz, llegó al banquillo marbellí sin experiencia previa para encabezar una revolución en el vestuario. El tiempo y los hechos empiezan a darle la razón. No hay pócimas ni trucos de magia, el secreto, como él indica a Málaga Hoy, está en sus pupilos: "En muchas cosas hemos acertado, no solo en lo deportivo, sino a nivel de mentalidad. Me di cuenta en Antequera de que aparte del talento nos hemos encontrado con un grupo de jugadores muy inteligente".

El equipo tuvo que concentrarse durante dos semanas alrededor de El Maulí para encajar. No en vano, a principios de julio, el entrenador costasoleño solo contaba con cuatro futbolistas y en las semanas siguientes llegaron 20 fichajes de hasta nueve nacionalidades diferentes. Esa inteligencia que destaca Nafti ha sido clave para llegar a una dinámica ganadora. La manera de mantenerla es clara: "No conozco otra forma que no sea la humildad, tener ganas de sufrir en el entrenamiento, sudar mucho y seguir con la misma humildad e ilusión que en pretemporada, y repetirlo jornada tras jornada".

Como es lógico, el ambiente en el vestuario es inmejorable. El brillo en los ojos de sus futbolistas es diferente. Nafti lo reconoce cada día. "He jugado al fútbol muchos años y cuando se gana se ve todo de forma maravillosa. Tenemos un grupo de 25 chicos que convive muy bien, y se nota todos los días en el entrenamiento", afirma.

Su última victoria, la cosechada ante El Ejido 2012, llegó tras un encuentro especialmente trabajado. El resultado se decidió por la mínima gracias al gol del ex cadista Despotovic. Con este suma tres goles en cinco jornadas de Liga, contrastando con la media temporada pasada en la Tacita de Plata, donde a pesar de tener minutos no vio puerta. No fue su día, eso sí, debido al esguince de hombro que sufrió llegando al final de la primera parte.

Costó trabajo doblegar al conjunto almeriense, que se mantuvo vivo en el marcador más por demérito blanquillo que por trabajo suyo. "Tuvimos la posibilidad de matar el partido incluso al descanso, y cuando no metes uno te expones a la reacción del rival", reconoce Nafti sobre un partido en el que hasta 1300 marbellíes acudieron al Municipal a ver a los suyos. Las dudas se disipan conforme llegan los resultados, algo con lo que se muestra comprensivo: "La directiva prescinde de todos, firman un técnico con poca experiencia, gente de mil nacionalidades... Si yo fuera aficionado habría tenido muchas dudas, y es muy lógico, pero ahora se identificarán con lo que ven sobre el terreno de juego".

Solo el fútbol dirá dónde puede llegar este equipo. El domingo a las 17:00 visitan a La Roda, otro paso más en un año donde no ponen meta. "No queremos hablar de ascenso, sobre todo tras construir la base de una casa en tan poco tiempo. Nos han pedido atraer gente al estadio, fútbol alegre y competitivo, y luego a nivel de clasificación se verá. Hemos tenido esta suerte, pero el discurso no cambia", concluye.