Jugar para no jugársela. Ésta es la filosofía de un sistema desarrollado por la empresa malagueña Novasoft que ayudará a los futuros empresarios a detectar, antes de poner en marcha su enseña, la viabilidad o no de ésta. Se trata de un simulador empresarial basado en inteligencia artificial que, a modo de juego interactivo, anticipará cuáles serán las respuestas del mercado ante las decisiones tomadas por el emprendedor.

Pero no se trata de un simple trivial de mesa, ya que el proyecto va acompañado de un "curso on line para formar al empresario en materias de su día a día -desde cómo efectuar el pago de las facturas hasta qué hacer cuando un trabajador se marcha de la compañía- y darle las armas necesarias para que elabore su propio plan de negocio", explica Jaime Olalla, gerente de área de Novasoft y responsable del proyecto.

Basado en una herramienta de software libre, el sistema realiza una simulación del comportamiento que tendrán determinados agentes -trabajadores, clientes, proveedores...- ante los estímulos recibidos tanto del entorno como de la propia empresa. "Así, el usuario sabrá cómo reaccionarán, por ejemplo, los clientes ante una subida o bajada de precios o de la calidad de los productos", indica. El futuro empresario definirá, así, su estrategia a seguir a corto, medio y largo plazo, en base a los resultados proporcionados por el simulador.

Pero, ¿qué grado de fiabilidad ofrece el sistema? "El programa no es tan inteligente como para prever el futuro sin margen de error, pero sí permite comprender de qué factores depende la realidad y predecir las consecuencias de ciertas decisiones en diferentes escenarios, lo que puede ayudar en la elección de la mejor estrategia de negocio", indica Jaime Olalla.

Así, mientras más datos se introduzcan en el sistema, mejores pronósticos se obtendrán. Y, ¿qué tipo de ingredientes hay que meter en la coctelera? Principalmente, los productos o servicios que se quieren comercializar, además de los precios, la plantilla, la producción, la clientela y las inversiones previstas. "El futuro empresario no llegará y jugará directamente, sino que tendrá que rellenar estos parámetros para que la predicción sea más fiable", insiste el responsable de Novasoft.

La principal ventaja del software ideado por la empresa malagueña es que, a diferencia de otros modelos, la tecnología en la que se apoya permite reflejar comportamientos heterogéneos de los agentes que intervienen en el proceso -empleados, clientes, proveedores, instituciones...- y no establece respuestas fijas y predeterminadas. "Se tiene en cuenta, por ejemplo, algo tan lógico como que la actuación de un agente puede influir en la de otro", explica el responsable del proyecto.

"En muy poco tiempo, el programa ayudará a ver cuáles son las respuestas del mercado a las decisiones tomadas por el empresario", de modo que éste sabrá si tendrá éxito o no con su proyecto. "Si quiere estar más seguro puede ir introduciendo nueva información cada cierto tiempo para saber cómo reaccionar ante un entorno cambiante, y después lanzarse a la piscina", señala.

Novasoft ha llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de Adamuz (Córdoba) para poner en marcha este simulador de forma pionera y experimental en la localidad. La iniciativa, que requerirá una inversión de 191.530 euros -subvencionada en un 85% por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa- y el trabajo de nueve profesionales, estará disponible dentro de ocho meses y será de acceso gratuito para los interesados. "Además, al tratarse de un desarrollo en software libre, podrá adaptarse sin problema a otros clientes y municipios", añade Olalla. Aunque de momento no hay noticias en este sentido.

Novasoft, con sede en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), en Málaga, es una empresa de base tecnológica cuyas áreas de negocio se orientan hacia proyectos que conjugan innovación y conocimiento. Con 13 años de experiencia a sus espaldas, cuenta con delegaciones en Sevilla y Tenerife y está en fase de instalarse en Jaén.

La compañía, con cerca de 300 empleados, registró una facturación de 18,4 millones en 2007, un 75% más que el año anterior, y alcanzó un beneficio neto de 1,7 millones, lo que supuso multiplicar por casi cuatro la ganancia de 2006 -un alza del 294%-.