Incapacidad temporal Controles para evitar su mal uso

Los inspectores cortan la baja a 33 trabajadores cada día porque ya no se justifica

  • La Inspección manda a trabajar a más de la mitad de los empleados que controla · La sola citación de los inspectores sirve para que la cuarta parte vuelva a su puesto

Solo tiene que estar de baja quien realmente lo necesite. Es el axioma que marca la labor de la Unidad de Valoración Médica de Incapacidades (UVMI). Y, según sus datos, una de cada dos bajas ya no se justificaba al momento de la inspección. El coordinador de la UVMI, Antonio del Corral, se niega a calificarlo de fraude. "Simplemente no está justificada la permanencia de baja", matiza. El año pasado, esta unidad de la Delegación de Salud realizó 15.082 revisiones y dio el alta en 8.430 casos; es decir al 56% de los trabajadores que estaban con incapacidad temporal (IT). El porcentaje supone un 10% más que en 2010 y 2009, años los que los inspectores dieron el alta al 46% de los empleados controlados. Según las cifras de la UVMI, la inspección médica corta la baja a unos 33 trabajadores cada día porque ya su cuadro clínico no justifica que sigan con IT.

Aunque les toca hacer de malos de la película, Del Corral defiende la labor de los inspectores en tanto tutelan el derecho de los trabajadores a tener una cobertura si debido a una enfermedad no pueden acudir a su puesto. "Velamos por el uso adecuado de las bajas, por la sostenibilidad de la prestación e incluso por la protección del derecho del trabajador", argumenta el coordinador de la unidad. De hecho, en el programa contra el microabsentimo -que vigila las bajas inferiores a 30 días- en un tercio de los casos (35%) la inspección mantuvo la situación de IT del empleado.

Corren tiempos de crisis y las estadísticas reflejan que los trabajadores miran más por su empleo. O eso, o ahora las plantillas gozan de más salud. Lo cierto es que los asegurados se dan menos de baja que en años anteriores y durante menos tiempo. La tendencia ya empezó a notarse en 2009. En 2008, por ejemplo, la duración media de las bajas era de 52 días. En 2011 fue de 42, lo mismo que en 2010. El año pasado también se registraron menos IT que en ejercicios precedentes. Frente a las 164.000 bajas de 2009, en 2010 y 2011 hubo unas 145.000. Hay otros indicadores que reflejan esta retracción a utilizar la incapacidad temporal. Sea por mayor salud o por más miedo, lo cierto es que, por ejemplo, mientras el corte hecho a finales de 2008 arrojaba 36 trabajadores de baja por cada 1.000 asegurados; una proporción que en 2009 era de 27 por mil y en 2011, de 21 por mil.

A 31 de diciembre pasado, de los 650.000 asegurados había 13.417 empleados con IT; el 2,05%. El porcentaje está algo por debajo que el andaluz, situado a esa fecha en 2,12%. También la duración media de las bajas es inferior en Málaga a la de Andalucía. Exactamente de 42 días, frente a los 46 de la región. Pero, como contrapartida, proporcionalmente en la provincia (22%) se dan más IT que en la comunidad autónoma (19%) ya que de los 660.000 asegurados a lo largo de 2011 se registraron un total de 145.000 bajas. "En resumen, hay un poco menos de bajas, de menor duración, pero se dan muchas bajas", sintetiza Del Corral.

La misión de la UVMI es velar por el buen uso de unos fondos públicos limitados concebidos para garantizar una protección social a aquellos trabajadores que por una patología no pueden desempeñar temporalmente su labor. Y los tiempos que corren también exigen un mayor celo en el uso de los recursos públicos. Las estadísticas reflejan más rigor en el control de la IT. Si hace una década los médicos de la UVMI mandaban a trabajar a un tercio de los empleados que controlaban porque entendían que al momento de la inspección la baja ya no estaba justificada, en 2008 daban el alta al 40% de los trabajadores que controlaban, en 2009 al 46%, otro tanto en 2010 y en 2011, al 56% de los asegurados llamados a revisión.

La sola citación de la UVMI tiene un efecto curativo. Coincidencia o temor, algo más de la cuarta parte de los trabajadores citados a un control se dan de alta antes de que llegue el día de la inspección. Por lo tanto, ya no tienen que acudir a la sede de la Delegación de Salud donde funciona la inspección. Hasta hace un par de años, la capacidad para dar altas solo la tenía la UVMI. Desde finales de 2010, también puede hacerlo el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Los trabajadores pueden tener hasta un triple control de su IT: los inspectores de la Delegación de Salud, los del INSS y la mutua.

Los inspectores reconocen que en la incapacidad temporal puede haber fraude -igual que con el IRPF, el IVA o el desempleo, dicen-, pero siempre rechazan que se etiquete como fraudulentos los casos en los que, tras la revisión, disponen el alta. También admiten que la IT es "un cajón de sastre" utilizado a veces de forma indebida ante necesidades sociales para las que no hay respuesta. No es inusual escuchar que algún trabajador que tiene problemas con su empleador se dé de baja por depresión cuando debe afrontar un pleito laboral o que una trabajadora utilice bajas para cuidar de un familiar enfermo. Ya existe una cobertura específica para cuidar de un hijo con una dolencia grave. Pero mientras para acogerse a esa posibilidad hay que hacer papeleo, con el ardid de una baja, la solución es inmediata. Aunque les toca hacer de malos de la película, la labor de los inspectores es velar por el uso adecuado de la IT, por el derecho a estar de baja de quien realmente está enfermo y por la sostenibilidad de la prestación. Y eso, en el ámbito de la Medicina en el que las cosas no son ni blanco ni negro, sino que "hay situaciones grises".

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