Málaga

Puertos 'fantasma'

En una época no muy lejana, Málaga quiso abrirse al mar, explotar su atractivo litoral y convertir buena parte de su costa en asentamiento de embarcaciones. Fueron los años en los que los ayuntamientos quisieron construir decenas de puertos deportivos con los que responder a lo que por aquel entonces era objeto de deseo de cientos de ciudadanos. Pero la particular burbuja creada con casi un quincena de intervenciones de nuevo cuño acabó explotando, en el mismo instante en que la crisis económica se hizo más cruda y la capacidad de inversión, tanto de las administraciones locales interesadas como de los propios compradores potenciales, se vino abajo.

Tal ha sido la coyuntura, que siete años después de que surgiesen las primeras iniciativas, apenas se cuentan con los dedos de una mano aquellos proyectos que tienen visos de andar el camino trazado y no sin penurias. Y ello a pesar de que la demanda fue tal que se cifraba el número de atraques a realizar en unos 8.000. Una cifra que a principios de año se vio rebajada por la propia administración regional, que anunció su intención de licitar a lo largo del presente ejercicio las ampliaciones de tres puertos deportivos que, junto a La Bajadilla, iban a permitir dotar al litoral de 2.400 atraques más: Caleta de Vélez, con una precio de 50 millones, Fuengirola, por unos 80 millones, y Benalmádena, con otros 80 millones.

"Hubo una época en la que se plantearon muchas iniciativas, sobre todo por parte de concesionarios privados, pero ahora mismo la ocupación de los puertos es escasa; no tiene sentido que se pidan ampliaciones cuando no se ha cubierto la demanda de las infraestructuras que ya están realizadas", explican desde la Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA). Afirmación que da forma a una fotografía en blanco y negro, donde el litoral está salpicado de puertos que se convierten en fantasmas antes incluso de nacer.

Marbella y La Bajadilla

La ampliación de La Bajadilla, adjudicada hace ahora casi un año a la alianza integrada por la empresa del jeque propietario del Málaga Club de Fútbol, Abdullah Al-Thani, y, con una pequeña participación, por el Ayuntamiento marbellí, está marcada en la actualidad por la mayor de las incertidumbres. Sin proyecto constructivo aprobado, sin haber creado aún la sociedad que debe gestionar el espacio, sin el abono de la primera anualidad del canon al que está obligado el concesionario...

Esta actuación, que busca transformar estas instalaciones con la ejecución de 541 plazas más, a sumar a las 262 ya actuales, está hoy lastrada por la duda permanente, más aún después de conocerse la diferencia existente entre el capital social que se exige la Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA), unos 21 millones de euros, que equivalen al 25% de la inversión del proyecto, y la cuantía que consigna la parte privada, que ronda los 5 millones.

Sea como fuere, por los últimos datos aportados por el Ayuntamiento de Marbella, no parece que antes de verano de 2013 el proyecto de transformación, que el jeque quiere que incluya un hotel de lujo que deberá contar con el visto bueno del Gobierno central, inicie sus movimientos.

Málaga y sus ansias de abrirse al mar

El de La Bajadilla no es el único naufragio. En la capital de la Costa del Sol se habla desde hace años de la posibilidad de desarrollar tres intervenciones, dos de ellas de nuevo cuño y una tercera que permitiría ampliar el puerto de El Candado. Hoy, todas ellas están cercenadas. La que a priori iba a avanzar más rápidamente, la marina de San Andrés, está atascada sin visos claros de evolución por los problemas de financiación que arrastran los concesionarios del proyecto, Marinas del Mediterráneo y Gea 21.

Esta unión temporal de empresas recibió la concesión para la construcción y explotación de este puerto deportivo, con capacidad para 626 atraques, en octubre de 2009, sin que hasta el momento se haya movido una sola piedra. Ante el escollo económico, la Autoridad Portuaria aprobó prorrogar el inicio de los trabajos seis meses, al objeto de que tuviesen inicio en abril del año próximo. Sin embargo, no parece que el panorama se haya despejado.

"Nos piden un aplazamiento en el pago de la deuda que tienen acumulada hasta ahora por el canon, que puede ser de unos 700.000 euros", explicaron fuentes del Puerto, que mostraron la disposición del ente a darle a las empresas un año de prórroga, hasta enero de 2014... "Lo que nos dicen desde la parte privada es que creen que este año pueden resolver el problema y que hay opciones de salir adelante", añadieron las fuentes.

La paralización es extensible a la ampliación de El Candado, de la que la Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA) no tiene novedades, y a la propuesta del Ayuntamiento de la ciudad de ejecutar una marina en El Morlaco. La primera de las propuestas, que sí contempla el Plan de Ordenación Territorial de la Aglomeración Urbana de Málaga (Potaum), se topa con la ausencia de movimiento por parte de los concesionarios, según la Administración regional. Por su parte, en el caso de El Morlaco, donde se analizó la ejecución de 500 atraques, "tuvimos un intercambio de documentos con el Ayuntamiento, pero se ha quedado parado, no nos han vuelto a presentar nada".

Benalmádena, el que más avanza

En febrero de 2001 se dio a conocer que el informe de impacto ambiental necesario para acometer la actuación dejaba de ser un escollo. Fuentes de la APPA indicaron que el Ayuntamiento, que es el concesionario de las instalaciones, ya ha presentado el proyecto constructivo, que es objeto de análisis y supervisión por parte del departamento regional. "En poco tiempo contestaremos", precisaron. La actuación, valorada en unos 80 millones de euros, prevé pasar de los 1.100 atraques actuales a 2.019, haciendo posible, incluso, la llegada de cruceros de hasta 80 metros de eslora.

Fuengirola, estancado

La ampliación del puerto fue objeto de varios años de reivindicaciones de la alcaldesa, Esperanza Oña. La propuesta busca ampliar el número de puntos de amarre, pasando a contar con 900, 700 más de los actuales. Desde la APPA informan de la ausencia de avance y apuntan a la necesidad de rescatar parte de las concesiones que actualmente hay en tierra para su reordenación. "Por el momento no se ha alcanzado un acuerdo con el Ayuntamiento, a pesar de que hubo un acercamiento en 2011; después de eso se rompió y no ha habido forma de avanzar", expusieron. Asimismo, recordaron que todos los trámites necesarios, caso del proyecto básico y la declaración de impacto ambiental, están ya realizados.

Vélez, a la espera de una nueva declaración

En el caso del proyecto impulsado en Caleta de Vélez, el escollo es que la declaración de impacto ambiental que se hizo en su momento expiró, lo que obliga a las administraciones a realizar una nueva. "Hemos pedido a la Consejería de Medio Ambiente que convalidase la anterior pero dicen que no porque había unas especies marinas que no se habían contemplado antes", expusieron desde la APPA. Esta infraestructura tiene el visto bueno de la Junta desde 2005, en previsión de ejecutar 530 nuevos puntos de atraque.

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