Hasta el más escéptico deja de tener dudas. La obra del Metro ya está aquí. Y ha llegado para quedarse, en el mejor de los casos, algo más de un año. La transformación a lo largo de la jornada de ayer de la circulación en la Alameda Principal, la mayor en la historia reciente de la capital de la Costa del Sol, constata la presencia física del suburbano, que, previsiblemente antes de final de mes arrancará la maquinaria para la ejecución de los 295 metros del túnel entre el puente de Tetuán y el cruce con la calle Torregorda.

La culminación de la hoja de ruta trazada por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento para adecuar la circulación de la ciudad ante el inminente comienzo del tajo del suburbano queda pendiente, sólo, de que hoy se añada un carril más al sentido oeste de Muelle Heredia y a que el próximo martes se configure el nuevo esquema de movimiento en el Paseo del Parque. A pesar de ello, el desvío formalizado ayer, con la Alameda como gran protagonista, permitió visualizar el tradicional salón urbano como epicentro del proyecto ferroviario.

El despliegue de decenas de operarios de las empresas adjudicatarias de la infraestructura, Acciona y Sando, fue una demostración de la envergadura física y simbólica de la transformación ya materializada en un eje atravesado a diario por casi 40.000 vehículos. Tras la unión de piezas realizada en la Avenida de Andalucía, la Avenida de la Aurora, Muelle Heredia y Armengual de la Mota, entre otras vías, en las semanas pretéritas, le llegó ayer el turno a las dos alamedas, la principal y la de Colón.

Una vez culminado el pintado de las señales horizontales y de la delimitación del carril bici, el eje central quedó plenamente listo para la circulación alrededor de las 17:00. Desde ese momento, esa parte de la avenida quedó ajustada con un solo sentido de circulación, este-oeste, con cuatro carriles reservados. Dos de ellos para el paso de autobuses, los otros dos para el tráfico privado. Los laterales de la Alameda, estaban adecuados mucho antes.

En el sur se limita el acceso al transporte público y taxis, así como a los residentes del entorno. El norte, escenario próximo de las zanjas, quedó cortado al tránsito desde la mañana. Para evitar cualquier despiste, se implantaron varias barreras en el cruce con Puerta del Mar y Torregorda. La configuración garantiza el cruce sur-norte desde calle Córdoba hacia Puerta del Mar y desde la Alameda hacia Torregorda; sin embargo, sí se cortó el movimiento desde el entorno de Atarazanas hacia el lado norte de la Alameda por la calle Ordóñez.

A primera hora de la mañana, según informó la concejala de Movilidad, Elvira Maeso, se produjeron ciertas dificultades de circulación en la Avenida de Andalucía, que desde el final de la Alameda hacia El Corte Inglés queda desde el pasado martes con único sentido oeste. Para ello, se dispone de cuatro carriles, dos previstos para el transporte público y los otros dos para el resto de coches. Según la edil, muchos de los conductores dudaron sobre por dónde debían circular, lo que generó un tráfico más lento de lo normal.

Más al sur, en Muelle Heredia, se observaron también momentos de congestión. ¿El motivo? El corte de la Alameda de Colón durante varias horas, mientras los operarios culminaban las tareas de preparación del cambio de sentido de la calle. La misma, de norte-sur, pasa a tener dirección sur-norte.

Con ello se busca que parte del tráfico procedente de Muelle Heredia suba por ella para incorporarse al puente de Tetuán, que queda con tres carriles en sentido Torremolinos, y la Avenida de Andalucía. Para evitar el acceso a la vía mientras se llevaban a cabo esos trabajos, la Policía Local cortó incluso el acceso al puente de la Misericordia, lo que ocasionó algún quebradero de cabeza a los conductores procedentes de la Avenida de la Aurora. Los mismos se vieron obligados a dirigirse a Muelle Heredia y buscar acceder al entorno del soho por la calle Córdoba. Una vía que, tras los ajustes realizados semanas atrás, se ve afectada por una densa circulación. La Alameda de Colón alargó su apertura definitiva hasta última hora de la noche.

La tensión va en aumento. Los últimos desvaríos y cambios de criterio protagonizados por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, respecto a la prolongación del Metro en superficie hasta el entorno del hospital Civil mereció ayer la respuesta crítica por parte del máximo responsable de la Consejería de Fomento, Felipe López. El responsable andaluz denunció el comportamiento del regidor apenas días antes de que se reúna con carácter de urgencia la comisión mixta encargada de velar por el proyecto ferroviario.

López apeló al "interés" que para la ciudad tiene la ejecución de este ramal, de 1,8 kilómetros, en oposición a la negativa de un grupo de vecinos de la zona afectada. Lo hacía casi al mismo tiempo que De la Torre, en un desayuno informativo organizado por Europa Press, se corregía a sí mismo, al poner sobre la mesa la posibilidad de emplear los 41 millones de euros previstos para el tranvía a la zona norte en extender el trazado en superficie del Metro desde Teatinos hasta el PTA.

Un movimiento de última hora con el que parece hacer un guiño a Ciudadanos, su socio de investidura, que aboga por garantizar la llegada del proyecto a la tecnópolis. Hace apenas una semana, el propio alcalde quería usar ese capital en llevar más cerca de la Plaza de la Marina el túnel del suburbano en la Alameda. Desde Ciudadanos, no obstante, apuntaban ayer que la reclamación del Metro al PTA es independiente del proyecto al Civil. "Creemos que hay que cumplir lo firmado", insistieron, destacando la necesidad de "abrir el debate" sobre la mejora de las condiciones al polígono empresarial.

"Hay que acercarse con voluntad de resolver los temas, no que el primer inconveniente pueda ser la justificación para desistir de un empeño que no sólo es de interés de un grupo, sino del conjunto de la ciudad", explicó el consejero ayer en Vélez-Málaga, donde acudió para desbloquear con el Consistorio del municipio axárquico la recuperación del servicio del tranvía tras varios años parado.

Éstas fueron las primeras declaraciones oficiales del consejero ante el paso atrás dado por De la Torre, quien tras verse las caras con vecinos de Bailén-Miraflores se comprometió a no permitir la llegada de los trenes a ras de calle si previamente la solución no es consensuada con los residentes. "No parece razonable que se cambien las reglas del juego cuando uno tiene compromisos con terceros en base a acuerdos previos", dijo López, quien instó al mandatario municipal a "cumplir" los acuerdos firmados.

Los mismos vienen recogidos en un protocolo rubricado en noviembre de 2013. En el mismo, ambas administraciones públicas, con el visto bueno de la concesionaria del Metro y del Banco Europeo de Inversiones, dieron luz verde al cambio de trazado en el recorrido del suburbano. De llegar a La Malagueta soterrado, se pasó a alcanzar bajo tierra la calle Torregorda (por el lateral norte de la Alameda Principal), y en superficie el entorno de los hospitales Materno Infantil y Civil.

El consenso alcanzado por todos estos actores fue empleado ayer por el titular de Fomento en su intervención. "Lógicamente, cuando uno tiene compromisos con terceros en base a acuerdos previos no parece razonable que se cambien las reglas del juego", expuso, al tiempo que se mostró confiado en que el próximo lunes el alcalde "al final acabe dándonos las razones que tiene para plantearse alguna duda; lo que deseo es que este razonamiento, que es muy claro, al final se imponga más allá de las dificultades que tiene el desarrollo de una obra de estas características, que yo sé que es incómoda". "La ventaja y el beneficio compensa sobradamente las dificultades que hay que soportar", apostilló.

"Málaga es la segunda ciudad de Andalucía en términos de habitantes, es un polo potentísimo y tiene que seguir trabajando en la dirección de modernizar su sistema de transportes, y desde luego el metro es una de las apuestas que Junta y Ayuntamiento tenían muy claro", dijo. En este punto precisó que no se trata de una solución "impuesta" al Ayuntamiento, sino "pactada en origen y del compromiso de ejecutarla conjuntamente".

Aunque no aludió a ello, no parece descartable que la Junta aproveche la comisión del lunes para, como ya hicieron sus antecesores en el puesto, de IU, poner sobre la mesa las obligaciones asumidas por el Ayuntamiento en el origen del proyecto y que hasta la fecha han sido eludidas por completo. En este apartado, hay que incluir los 32 millones de euros que tendría que haber pagado el Consistorio por su parte de la construcción del suburbano (sólo hasta finales de 2013) y los cerca de 18 millones de euros correspondientes a la explotación comercial del medio de transporte.

Estos números ya fueron empleados por la ex consejera Elena Cortés en el intento de rebajar la oposición municipal al proyecto ferroviario y buscando su aval para ir adelante con un tranvía por la Alameda Principal hasta La Malagueta y El Palo. De la Torre, a pesar de la 'amenaza' económica se mantuvo firme en su oposición al proyecto. Una circunstancia que derivó en la modificación del trazado para garantizar en un plazo razonable de tiempo de unos umbrales adecuados de viajeros, en torno a los 21 millones, y la viabilidad económico-financiera del Metro.

Por su parte, De la Torre insistió ayer en analizar "si para la aportación de viajeros que pueda dar la prolongación hacia el Hospital Civil vale la pena la inversión de más de 40 millones de euros". Unos parámetros que fueron estudiados por una consultora especializada por encargo de la concesionaria y avalados por el BEI. "Debe haber respeto desde el plano institucional, con lealtad Junta-Ayuntamiento", algo que, tal y como ha resaltado el alcalde, "debe aplicarse también a los vecinos".

"La postura de dudas de los vecinos se ha convertido en una oposición frontal", dijo, advirtiendo de nuevo al Ejecutivo andaluz de que "no se pueden hacer las cosas en contra de la opinión de los vecinos, jamás".