Málaga

Liberan a una mujer y a su hija de un secuestro exprés de una mafia rusa Unas negociaciones angustiosas con el objetivo de ganar un tiempo precioso

  • Los captores raptaron a las víctimas en Estepona y exigieron un rescate de 2 millones de euros, pero la Guardia Civil localizó a contrarreloj a dos delincuentes en un piso en Sabinillas y los apresaronUna furgoneta usada por los delincuentes fue una de las pistas para esclarecer el caso

Final feliz en el secuestro de una mujer y su hija de 5 años, a las que una banda de delincuentes, ligada a un clan mafioso ruso sorprendieron el jueves en su casa de Estepona (situada en la urbanización Presidente) para exigir al marido y padre de la menor un rescate de 2 millones de euros. La investigación de los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civl permitió ayer liberar sanas y salvas a las retenidas y detener al menos a dos de los integrantes, de 34 y 35 años de edad, de la organización criminal, según fuentes cercanas al caso.

Durante casi 40 horas, la totalidad de la treintena de componentes de la unidad del Instituto Armado dejaron a un lado el resto de sus casos y se volcaron en el esclarecimiento de este asunto con todas las trazas de los llamados secuestros exprés. Dada la naturaleza de la organización que estaba detrás, daban por seguro que los captores ejecutarían su amenaza de acabar con la vida de la madre y la pequeña si no conseguían el botín en muy pocas horas.

La mujer, de nacionalidad rusa y de unos 25 años de edad, y su pequeña fueron sacadas a la fuerza de su domicilio en Estepona el pasado jueves a las 13:00. Los autores del rapto se las llevaron en un vehículo y las separaron. Una llamada de la esposa desde su móvil al de su marido sirvió para advertir a éste la situación. Luego uno de los secuestradores le comunicó sus exigencias y la forma de pago. A la mujer la alojaron la primera noche en un hostal y a la pequeña la escondieron en un piso en la zona de Sabinillas. Una pareja de delincuentes armada se distribuyó la vigilancia. La víctima tuvo que acompañar a su carcelero en una ruta de llamadas telefónicas a su marido, que se encontraba en Rusia, donde afirma que es propietario de una piscifactoría y de una empresa de informática, desde diversas cabinas por varios municipios de la Costa. Aunque pudo pedir ayuda en la calle e incluso escapar, no lo hizo. Sabía que acto seguido matarían a la niña.

Pero los agentes dieron pronto con su paradero. Y su secuestrador finalmente les condujo también al lugar donde se encontraba la menor, ya que el padre se negaba a pagar el rescate si antes no tenía una prueba evidente de que ambas estaban vivas.

A las 5.00 de ayer, los dos secuestradores y sus víctimas salieron a la calle desde el piso de Sabinillas, próximo a la antigua CN 340 para telefonear al empresario. Pero allí ya les aguardaban los especialistas de la Guardia civil que se abalanzaron sobre el grupo y liberaron sin sufrir daño alguno a las rehenes. Uno de los dos delincuentes, en el momento de su detención, llevaba un pasamontañas, guantes y la pistola cargada con munición y presta para disparar. No dudo en afirmar que pertenecía a la mafia rusa.

Una furgoneta cerca del domicilio de Estepona donde se perpetró el secuestro fue la pista fundamental que condujo a la resolución del caso. En el vehículo, los agentes encontraron documentación escrita en ruso, munición del calibre 9 milímetros, un pasamontañas y una cinta americana. Pero el papel fundamental lo tuvo que jugar el padre de la niña, también de nacionalidad rusa, al que exigían el rescate.

Tras reclamarle los 2 millones de euros, éste les hizo ver que necesitaba tiempo para reunir el dinero, ya que se encontraba en Rusia y tenía primero que regresar a España. Las nuevas llamadas para negociar también siguieron los mismos derroteros. Los delincuentes presionaban para acortar los plazos de la entrega del dinero y el interlocutor, con las consignas de la Guardia Civil intentaba conseguir más horas para facilitar a los agentes de la Policía Judicial de la Benemérita dar con el paradero de las víctimas.

Con los teléfonos intervenidos y con todo el grupo policial desplegado por el litoral, los agentes localizaron a la madre y a su secuestrador y finalmente también el domicilio donde estaba niña custodiada por una mujer de la banda. Era viernes y apenas había n transcurrido 24 horas desde el secuestro.

Poco antes del amanecer del sábado todo se desencadena en un instante. La mujer, al verse liberada por la Guardia Civil, lo primero que hizo fue cubrir a su hija con una prenda de abrigo. La operación seguía abierta ayer a la búsqueda de otro tercer integrante del grupo que ha podido participar en esta trama delictiva y que había escapado, según fuentes del Instituto Armado.

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