El Puerto, tan cerca y tan lejos de la ciudadanía, cambia a la misma velocidad que lo hace la ciudad, de forma vertiginosa, aunque ésta sea en la mayoría de ocasiones ajena a esta realidad. Más allá de los proyectos que integrarán al recinto en la urbe, a nivel portuario las actuaciones realizadas no tienen parangón en la historia marítima de Málaga. En menos de una década el recinto portuario ha doblado su superficie y ha estrenado un total de cuatro muelles, algo inusual en un puerto cualquiera. El último de éstos se inauguró el pasado sábado.

Los orígenes del puerto de Málaga son coetáneos a los primeros asentamientos fenicios. Sin embargo, la estructura actual data de finales del siglo XIX. De aquellos años hay referencias de los primeros barcos de turistas, según el historiador marítimo Juan Carlos Cilveti, aunque entonces la vocación comercial era más importante.

Ahora se inicia una nueva etapa con la puesta en marcha de los nuevos atraques de cruceros, tres de nueva ejecución, y de la estación marítima. El otro motor del Puerto de Málaga son los contenedores, cuya terminal -también nueva y aún en obras- ha supuesto la mayor inversión de la historia portuaria local. Los mercantes (carga general y graneles)y las líneas regulares también tienen cabida en Málaga, aunque sobre todo el primero de estos tráficos está venido a menos.

La dársena de Guardiaro, que baña los muelles 1, 2 y 3, es la primera infraestructura portuaria de Málaga, desde los fenicios, todos los pueblos que han pasado por la ciudad la utilizaron. En el siglo XIX se construyó la de Heredia y los muelles 4, 5 y 6. Abría que esperar hasta principios del siglo XX para que el recinto creciera mar adentro con la construcción del muelle 7 y pesquero. Esto supuso la creación de un nuevo morro de poniente que en la actualidad se estudia eliminar para facilitar la maniobra de los cruceros, pues con la reciente expansión se ha quedado sin uso.

Respecto a los nuevos muelles, Málaga cuenta con más de 700 metros lineales para el atraque de portacontenedores y respecto al tráfico de cruceros, tres muelles que se complementan, dos de ellos adosados a la estación marítima. El sur admite barcos de hasta 300 metros de eslora y el norte de hasta 350 metros. El tercer muelle, llamado de levante, además, admite todo tipo de buques.