Andrés García, gerente de la Cámara de Comercio de Málaga destituido esta misma semana, se fijó a sí mismo el importe de su indemnización -150.000 euros- y éste fue aceptado por la directiva de la institución. Así lo reconoció ayer a este diario el presidente de la Cámara, Jerónimo Pérez Casero, quien recordó que hubo un "acuerdo" entre ambas partes y que la rescisión del contrato fue ratificada por el Pleno del organismo celebrado el jueves.

En ese pleno se informó que la salida de García se debe a una "pérdida de confianza" por parte de Pérez Casero en su gerente y que se abre una nueva etapa. Fuentes consultadas por este diario señalaron que los miembros del pleno confían y apoyan la gestión de Pérez Casero, aunque eso no impidió que hubiera malestar por este asunto y que hubiera algunas intervenciones en este sentido. Hay que tener en cuenta que la Cámara de Comercio se encuentra en un momento económico marcado por la incertidumbre. Una nueva ley aprobada por el Gobierno en diciembre evitará la obligatoriedad de los pequeños y medianos empresarios de pagar sus cuotas a la Cámara a partir de 2011 y eso mermará de forma considerable los ingresos de la institución. De hecho, ya ha habido empresarios que han devuelto recibos de la Cámara, si bien tendrán que pagarlos porque corresponden a las anualidades de 2009 y 2010. Teniendo en cuenta esta circunstancia y la crisis económica que azota a muchas pymes, tener que pagar una indemnización de 150.000 euros a Andrés García no ha sentado bien a muchas personas.

Pérez Casero comprende el posible malestar pero entendió que "precisamente con la situación que hay es cuando hay que empezar a jugar fuerte y empezar a tener menos problemas con nadie. Ha habido un desencuentro y una discrepancia en la forma de afrontar la gestión, lo lógico es que alguien se fuera y no iba a ser yo".

La relación entre el presidente y el gerente se ha ido enturbiando en los últimos meses hasta el punto que, según varias fuentes, se volvió "insostenible", provocando la salida de García tras estar cerca de nueve años en el cargo. La institución cameral vive, por tanto, unos momentos de tensión por esta polémica generada en la directiva y por la duda sobre los ingresos que tendrá la Cámara en el futuro. Mientras tanto, los trabajadores tendrán que asumir más responsabilidades ya que, como adelantó Pérez Casero a este diario tras el pleno del jueves, no se va a nombrar a un nuevo gerente. "Nos tendremos que organizar de otra forma. Los jefes de departamento se harán responsables de sus áreas y yo realizaré más labores de supervisión", apuntó.

La Cámara de Comercio de Málaga tiene tres grandes objetivos: fomentar la internacionalización de las empresas -cuenta con un departamento especializado y varios programas que están funcionando con éxito como el Plan de Iniciación de Promoción Exterior (PIPE); mejorar la formación de las pymes y sus empleados mediante la realización de cursos; e impulsar la actividad turística en la provincia apoyándose a su vez en otras cámaras de comercio de países mediterráneos.