La etapa de Pellegrini en el Málaga roza su fin. Tras dos años y medio el proyecto se ha ido desinflando y con él, las esperanzas de Pellegrini para que el propietario del club insuflara un poco de aire para mantener las cotas alcanzadas este año. El chileno dirigió ayer la sesión de sus jugadores en el estadio de atletismo Ciudad de Málaga. Cuando regrese de sus vacaciones veraniegas probablemente lo hará en Carrington, ciudad deportiva del Manchester City y próximo destino del Ingeniero.

El entrenador cambiará la soleada Costa del Sol por la gris Manchester. Cuna de históricos grupos musicales, los aficionados citizens disfrutaran de la melodía que hasta hace unas fechas sonaba en La Rosaleda. El asunto no se ha hecho oficial pero ha salido a la superficie debido a un tira y afloja entre ambas entidades. Aunque virtualmente el Málaga tiene la clasificación para la Europa League en el bolsillo, no es un hecho matemático. El chileno es hombre precavido y no quiere que el asunto se haga oficial hasta ver logrado ese objetivo. A pesar de las varias reuniones que su representante ha tenido con Txiki Begiristain, de su boca sólo han salido negaciones del tema al respecto.

De los que contienen lo inevitable a los que no pueden contenerse. La temporada en el Manchester City ha estado por debajo de los objetivos marcados: se volvió a caer en la fase de grupos de la Liga de Campeones y se perdió el título de Liga en detrimento de sus vecinos del United. El golpe de gracia a Mancini lo recibió el pasado sábado. El modesto Wigan, que anteayer descendía a Segunda, le arrebató la FA Cup al vencerle 0-1 con un gol en el descuento. La directiva dejó de creer en él y ni el apoyo continuo de los aficionados al entrenador pudo evitar su destitución. Una situación de crisis recurre medidas urgentes, por ello en los planes del City entraba anunciar inmediatamente la llegada de Pellegrini. Está por ver si pueden aguantar hasta que el Málaga cumpla con su objetivo en la competición doméstica.

Con la confirmación del asunto por parte de los clubes en tierra de nadie, la salida de Pellegrini se producirá en unos términos económicos favorables para ambas partes. En principio, la libertad de Pellegrini está cifrada en cuatro millones de euros, pero el entrenador saldrá sin que el cuadro inglés deposite dicha cantidad. El técnico perdonará una serie de deudas correspondientes en su mayoría a la temporada pasada: primas por objetivos logrados y derechos de imagen que aún se le debían. Además, el club no ha querido poner trabas cuando el entrenador chileno ha liderado un proyecto que jamás esperaba llegar a cuartos de final de la Liga de Campeones, e incluso rozando las semifinales. Un recorrido brillante en dicha competición que ha llevado al equipo de Martiricos a ganar más de 30 millones de euros en premios por los diferentes resultados y fases superadas.

La realidad económica del Málaga se ha visto aliviada por la marcha de Manuel Pellegrini. El entrenador cobraba seis millones de euros por temporada y le quedan dos más respecto a lo que había firmado. Un sueldo que se salía del gráfico de previsiones de un proyecto que ahora busca ser más austero, por lo que, aunque sólo sea en el plano económico, los 12 millones de euros que se ahorrarán en La Rosaleda no dejan de ser un alivio para la caja blanquiazul.

Uno de los que podría acompañar a Pellegrini sería el director deportivo Mario Husillos, con el que posee un gran entendimiento. Sin embargo ayer Eldesmarquemálaga.com publicó que el argentino y el club se encuentran negociando la renovación por una temporada más. La labor de Husillos fue clave para reforzar al equipo tanto en verano como en invierno con escaso tiempo de margen. Labor que continúa en estos momentos, pues ya ha observado a varios hombres de cara a la próxima campaña.

La estrella del chileno comienza a alejarse de Málaga. Su marcha deja un banquillo huérfano pero un reguero de éxitos. Pero la última batalla no está dicha, el Málaga aún sigue luchando por afianzarse en los puestos de Europa League y, si el TAS lo remedia, podrá jugar una competición continental por segundo año consecutivo. Dos temporadas y media en Málaga y un hueco para siempre en la memoria del aficionado. La obra magna del Ingeniero no podrá ser en La Rosaleda, pero el proyecto seguirá el rumbo que haya que adoptar.