No es casualidad que muchos elementos del vestuario digan que Samu es el jugador con más calidad técnica de todo el plantel. Lo evidencia en cada partido, le salgan mejor o peor las cosas. Ahí está el ejemplo del pasado sábado. No estaba completando un buen partido, pero entonces llegó esa jugada de Amrabat con pase rechazado que acabó en sus pies. Y se sacó otro conejo en la chistera cuando Oblak le había hecho la noche delante suya. El Málaga quiere seguir viviendo de su calidad y él quiere seguir usando el club de su tierra como lanzadera de su fútbol. "He madurado mucho. Quiero seguir creciendo con mis compañeros, que tienen mucha calidad. No me pongo techo, hasta donde llegue", comentó ayer durante el acto de revisión de su contrato.

Destila alegría Samu, no es para menos. Su futuro estaba atado, aunque ahora ve recompensado su rendimiento. También es la respuesta del club al creciente interés de entidad que han preguntado por sus servicios. Y que lo volverán a hacer este verano, algo que ya consta en Martiricos. Con el blindaje ya efectuado, otra cosa será lo que deparen las leyes del mercado. Él sólo se centra en el día a día. "Independientemente de todo lo que se pueda decir fuera, soy un jugador más. Me considero muy humilde. Mi único objetivo es trabajar, trabajar y trabajar, y hacer lo máximo posible", relató el de La Luz, quien no obstante no pudo obviar un guiño al pasado, en el que pasó momentos tensos: "En aquel momento se me pasaron cosas por la cabeza. Bernardo [Schuster] fue el que me dio la oportunidad de seguir soñando y ojalá sea por muchos años más".

Ahora todo pinta muy bien, por ello es normal que ayer tirara de ambición para pensar en el encuentro del próximo sábado en el Santiago Bernabéu. Sacar algo positivo echaría más leña al fuego del sueño europeo: "Nosotros cada semana estamos convencidos del equipo que tenemos, estamos capacitados para ganar en Madrid y sin duda serían tres puntos muy importantes. Sería un sueño jugar en Europa y estamos trabajando para ello. Intentaremos quedaremos ahí [séptimos] o subir algún escalón más. Somos ambiciosos y nos gustaría jugar en Europa", comentó el canterano.

Samu, que precisamente debutó como titular en el Bernabéu la temporada pasada, no guarda un gran recuerdo de aquel día, en el que el pobre papel colectivo apenas le permitió tocar balones en la delantera. Se viene arriba ante rivales difíciles o escenarios adversos, así que no descarta hacer otro buen gol, como el que metió a Oblak. "La verdad es que tuve suerte. El balón se me quedó delante del portero y simplemente piqué la pelota", deslizó como si no tuviera importancia.