El Málaga juega mañana uno de los partidos más importantes de su historia reciente. Más por las secuelas que podría dejar un mal resultado que por falta de tiempo para recuperarlo. Los cambios estructurales que tiene en mente el jeque coinciden con la caída del equipo al último puesto de la clasificación. Por eso Javi Gracia está desde ayer con su plantilla al completo en Benahavís trabajando, intentando aislar a los suyos de todo el ruido mediático para centrar los cinco sentidos en vencer al Granada. Sin embargo, el club no es precisamente un remanso de paz. Ayer trascendió otro acontecimiento importante por parte del jeque Al-Thani. Mientras el equipo se marchaba a casi 90 kilómetros de la ciudad, se conoció la noticia de que deja paralizado el club al remitir una notificación al director general, Vicente Casado, con la orden de que no se tome ningún tipo de decisión de carácter administrativo.

Aunque dicha comunicación ya era conocida desde la semana pasada, la noticia la reveló As y este periódico pudo pulsarla y ampliarla. Hace ya unos cuantos días que desde la entidad de Martiricos transmiten que el club se encuentra sin poder tomar determinaciones desde el plano ejecutivo. Pero antes se pensaba que todo obedecía a la inacción del propietario; ahora ya es conocido que se debe al mandato de Al-Thani transmitido a Vicente Casado, la máxima figura del club en Málaga. El procedimiento fue el mismo que se articuló tiempo atrás respecto al director deportivo, Mario Husillos, quien lleva más de una semana trabajando en una posición complicada, haciendo su labor pero sin poder tomar decisiones en la parcela deportiva. Esta novedad no sólo amenaza la continuidad del director general, sino que inhibe decisiones de calado, como la compraventa de futbolistas, una posible destitución del entrenador, firmas con empresas o cualquier operación de índole económica, por minúscula que sea.

A pesar de que no existe comunicación notarial y por tanto la medida no tiene por el momento validez legal, el jeque parece muy empeñado en que el club se quede tal y como esté. De hecho, según pudo saber este periódico, el jeque conversó con Vicente Casado el pasado sábado y le recordó su orden de paralización de acontecimientos en la creencia de que la derrota en Barcelona pudiera precipitar la destitución del entrenador navarro. Así que nadie quiere contrariar sus órdenes, pese a que hay sobre la mesa temas importantes sin resolver. En las últimas horas, sin ir más lejos, la representación de un futbolista con el que viene hablando el Málaga para incorporar en el mercado de invierno telefoneó a la espera de si se concretan los contactos que se vienen manteniendo, pero fue informado de que ahora mismo nada se puede hacer hasta nueva orden. El pago de algunos atrasos o hasta el desplazamiento del conjunto juvenil para unos encuentros este fin de semana tampoco se han llevado a cabo.

Abdullah Al-Thani no está procediendo de manera aleatoria, sino que ha venido comunicando estos cambios en consenso con un Consejo externo al club y que estaría formado por especialistas económicos y empresariales que habrían auditado las cuentas y aconsejando dichas medidas temporales hasta que el jeque fije un nuevo rumbo. Algunas fuentes consultadas fijan en Granada dicho gabinete de intermediación.

En la entidad de Martiricos cunde la preocupación por este paquete de medidas y la pérdida temporal de poder ejecutivo. A instancias del jeque, estas deberían quedar aprobadas en una reunión del Consejo de Administración, compuesto por el propio jeque y sus dos hijos, Nasser y Nayef, ambos consejeros del Málaga, este último de manera oficial tras la última Junta General de Accionistas celebrada a final de 2014. No hay noticias de que vaya a ser a corto plazo. A cambio, sí que podría producirse la comparecencia de Vicente Casado tras el partido contra el Granada para intentar aclarar la situación.