EL ZOCO

Juan López Cohard

Agujeros negros

EL Gran Colisionador de Hadrones, situado en Suiza, que ha supuesto una inversión de más de 4.000 millones de euros, ha comenzado a funcionar. En unos meses, los científicos, harán colisionar tales partículas, hecho que ha alarmado a algunos de ellos que creen que se puede provocar la aparición de agujeros negros. Agujeros que tienen la propiedad de abducir toda la materia de su alrededor. Sospecho que, ante tal posibilidad, y dada la localización del LHC, se va a incrementar de manera importante el número de carpetobetónicos que acudan a retirar su pasta depositada en cuentas suizas.

No sé por qué se empeñan en descubrir el origen del mundo y hallar la "partícula de Dios", y aún entiendo menos que se destine tantísimo dinero a ello cuando, con ese dinero, se podrían tapar una gran cantidad de agujeros surgidos en las cuentas corrientes de muchos europeos; quizás porque la naturaleza de estos se conoce muy bien y no despierta el morbo de lo inexplorado. Tampoco entendía muy bien lo que era un agujero negro hasta que mi amigo Juvenal me recordó una película de Woody Allen en la que éste, después de yacer con una espectacular e intensa morenita dedicada a la prostitución, comenzó a filosofar largamente sobre el origen del universo y el Bing Bang, para preguntarle a bote pronto: -"¿Tú sabes lo que es un agujero negro? La joven, sin pensarlo un momento, le respondió: - "¿Tu qué crees si llevo viviendo toda mi vida de uno?".

En la vida normal hay muchas clases de agujeros negros. Algunos son anímicos y los amigos ayudan mucho a salir de ellos. Estuve, poco ha, inmerso en uno porque la grúa municipal se llevó mi coche, aparcado junto al depósito de San Juan de la Cruz. Me vi sorprendido al recogerlo, ya que lo habían depositado, incomprensiblemente, en la calle Princesa. Hundido, y algo cabreado, en un anímico agujero negro, no apartaba de la mente a mi estimado concejal responsable de la Policía Local, Antonio Cordero. Le comenté lo acaecido al maestro Manuel Alcántara que, sacándome del negro pozo depresivo, me aclaró: -"Es que éste no es el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo, es el Cordero de Málaga que quita el vehículo a todo el mundo".

Hay otros agujeros negros que acumulan una gran cantidad de materia y que han surgido en estos últimos tiempos en muchos municipios españoles, abduciendo sus tesorerías, especialmente en ayuntamientos de la costa, donde las partículas, que dejaron de ser chocantes y pasaron a ser muy particulares, llamadas Hadrones se escribían con L. Pero los más terribles y los más angustiosos agujeros negros son aquellos que se están produciendo en las economías familiares de muchos españoles, en las que el desempleo, la inflación y las hipotecas absorben no sólo la materia que les rodea sino el alma, la alegría y hasta la salud. Estos agujeros no acabarán con el mundo pero, de seguir alargándose la crisis mucho tiempo, todo el mundo acabará en algo más sórdido que un agujero negro, acabaremos en un pozo negro y hediondo.

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