¡Ay, que nos llega un rey!
Isabel la Católica, el Emperador Carlos o el mismo Emérito han tenido empleados, cortesanos o amigos lisonjeros.
Isabel la Católica, el Emperador Carlos o el mismo Emérito han tenido empleados, cortesanos o amigos lisonjeros.
Podríamos decir que unos recogen ajos en Antequera y otros siembran odio en Almería para ganar votos.
La situación es gravísima. Es tiempo de superar la idea de las dos Españas machadianas.
Don Juan Carlos tendría que haber acordado que su primer encuentro fuera con don Felipe.
Covid, viruela del mono, Ucrania, calor, la extrema izquierda cogobernando y la extrema derecha ascendiendo.
Con la avalancha de 'baby boomers' jubilados vamos de cabeza a una sociedad de pensionistas ociosos.
El emponzoñamiento de la política y la cesión ante socios que no son de fiar hunden la imagen de Sánchez.
Con más prudencia Feijóo, con menos Bendodo, ambos guiñan a los nacionalistas de siempre.