Los cuatro rumanos detenidos la noche del miércoles por agredir a cuatro policías locales de Alhaurín de la Torre, dos de los cuales sufrieron fractura de mandíbula y codo, ingresaron ayer en la prisión provincial de Alhaurín de la Torre después de que el titular del juzgado de Coín que ayer estaba de guardia decretase su encarcelamiento incondicional. Los agentes acudieron a socorrer a una mujer que supuestamente estaba siendo agredida por los detenidos, que la emprendieron a golpes con éstos.

Fuentes judiciales señalaron que los detenidos fueron puestos a disposición judicial en la mañana de ayer y que, tras prestar declaración ante el magistrado de guardia, éste decretó para ellos prisión incondicional como presuntos autores de delitos de atentado contra la autoridad y lesiones graves.

Tras concluir la declaración judicial, los cuatro arrestados, de nacionalidad rumana, fueron trasladados a la prisión provincial de Alhaurín de la Torre.

Los hechos ocurrieron el miércoles en torno a las 21:30. La Jefatura de la Policía Local del municipio recibió varias llamadas de vecinos que alertaban de que una mujer rumana estaba siendo o había sido agredida en la calle Fuengirola del municipio, por lo que dos patrullas se dirigieron al lugar. Al llegar, los agentes comprobaron que los hechos ya habían ocurrido e indagaron entre los residentes del lugar, quienes señalaron que los dos presuntos agresores estaban allí.

Cuando los policías se disponían a identificar a los supuestos agresores, uno de ellos se negó y el otro, cuando era cacheado por los agentes para comprobar si portaba algún tipo de arma, tiró de un empujón a uno de los policías. Otras dos personas, también de origen rumano y familiares de los anteriores, se acercaron y comenzaron a agredir a los policías.

Tras la agresión, uno de los agentes sufrió fractura de mandíbula; y otro, fractura de uno de los codos.

El concejal de Seguridad y Policía Local del Ayuntamiento de Alhaurín el Grande, Sebastián Burgos, destacó la corpulencia de los agresores, pues estos no emplearon ningún arma, salvo sus puños.